Cientos de peregrinos se dieron cita en el Cerro Monje de San Javier, donde se revivió la pasión y muerte de Jesucristo en una jornada con cielo plomizo y una temperatura agradable que se unieron a las actividades del Viernes Santo de la Iglesia católica.
El jueves, en el mismo escenario, a orillas del río Uruguay, se celebró la misa que incluyó el lavatorio de los pies. Posteriormente se llevó a cabo la Adoración al Santísimo Sacramento, que se extendió hasta la medianoche.
Desde muy temprano los fieles fueron llegando hasta el lugar donde fueron recibidos por los voluntarios que con mucha predisposición orientaban a los visitantes.
Así, tal como estaba previsto, a las 8 dio inicio el rezo del Vía Crucis, mientras en otro sector del predio se realizaban las confesiones. A la media mañana, pasadas las 10, se llevó a cabo la celebración de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo con representación del Vía Crucis Viviente, que estuvo a cargo del Grupo Juvenil Misionero Parroquial, a cargo de Lorena Altamirano, que fue seguido muy atentamente por una gran concurrencia.
El Cerro Monje y sus actividades de Semana Santa es una de las citas tradicionales de la región y eso se pudo comprobar fácilmente, debido a la presencia de peregrinos de distintos puntos de la provincia como así también de Corrientes, Chaco, Paraguay y Brasil, quienes ponderaron la organización, la buena representación del Vía Crucis y las características del lugar.
“Nos llamó mucho la atención el clima de religiosidad que se respira en el Cerro, es algo único e increíble. Nos habían comentando unos amigos que ya vinieron en otras oportunidades y eso nos impulsó a venir a comprobarlo. Ya tuvimos intenciones desde hace unos cuatro años de visitar este sitio pero luego por diferentes motivos y en especial por la pandemia, fuimos postergando el viaje que hoy lo estamos disfrutando a pleno”, señaló a PRIMERA EDICIÓN Romina Venialgo.
Agregó que “nosotros vinimos desde Corrientes especialmente para esta celebración y aprovechamos para pasear por otros lugares de Misiones. Llegamos ayer (jueves) y nos alojamos en Posadas desde donde nos movemos a los distintos puntos. Teníamos la intención de ir al espectáculo en San Ignacio pero se suspendió. Queremos visitar la Cruz de Santa Ana que también nos dijeron que es un parque temático muy lindo, antes de regresar el domingo a nuestra ciudad”.
En la oportunidad se pudo observar a muchas familias y jóvenes en el Cerro, compartiendo las actividades religiosas. En el ingreso al predio hubo un espacio asignado especialmente para los emprendedores que ofrecían diversos productos artesanales. Ya en la cima hubo servicio de cantina para quienes querían almorzar allí o acompañar las actividades previstas para la tarde.
El operativo de seguridad en el acceso al predio estuvo a cargo de la Policía de Misiones, que funcionó de manera ágil, posibilitando el ingreso y egreso sin mayores contratiempos.
Desde Itapúa
Entre los visitantes también había un grupo que llegó desde Hohenau, departamento de Itapúa (Paraguay), y cuyos integrantes no podían ocultar su admiración por el lugar y la sensación que les provocó el Vía Crucis Viviente.
“La verdad que veníamos con buenas expectativas porque unos parientes nos habían comentado el momento que se vive participando de esta representación de la pasión y muerte de Jesucristo. Somos católicos, asistimos habitualmente a la misa y hoy debemos reconocer que nos llevamos una grata y linda sensación de este lugar. Es algo difícil de explicar, de estar en contacto con Dios, pero para ello hay que estar predispuesto, abrir nuestro corazón para que Jesús nos guíe como lo hizo desde el inicio, cuando aceptó su misión y demostró su amor entregando su vida a cambio de la nuestra”, manifestó Elena Domínguez.
Además resaltó que “el Cerro Monje es un lugar que no está muy difundido, uno busca y hay fotos muy puntuales no de todo el entorno que es maravilloso. Creo que deberían promocionarlo más porque es digno de visitarlo. Ya estamos planeando volver y no esperar hasta el año próximo, sino aprovechar nuestra cercanía para venir con otras familias amigas”.
Hubo gente de Brasil presente y la explicación fue sencilla, por parte de uno de los organizadores: “La mayoría tenemos parientes en ambas orillas así que para nosotros resulta normal que vengan para esta fecha a visitarnos y lo agradecemos”.
Ensayos durante todo un mes
Lorena Altamirano, a cargo de la puesta en escena del Vía Crucis, en diálogo con PRIMERA EDICIÓN explicó: “Hace un mes que nos veníamos preparando con los chicos para la representación del Vía Crucis, como todos los años, siempre con el apoyo de mi familia y de muchos amigos de la iglesia de acá de San Javier que emprendemos este viaje como un servicio, como una manera de oración”. Indico que “la lluvia que abatió ayer (jueves) complicó un poco el panorama porque no sabíamos cuánto y cómo podía afectar al predio pero por suerte mejoró y hoy podemos estar junto a esta gran cantidad de peregrinos”.