El sérum es el cosmético de moda, que no puede faltar en el tocador si quieres que tu rutina facial realmente tenga resultados. Se trata de un producto súper concentrado y de textura ligera capaz de penetrar en la piel para complementar y reforzar la acción de los tratamientos que te apliques. Todas lo usamos, pero no todas lo hacemos bien.
¿Sabes cuáles son los errores con el sérum facial que podrías estar cometiendo?
No en vano, se trata de un cosmético rico en ingredientes activos cuya eficacia es vulnerable y dependerá en gran medida de cómo usemos el formato del envase. Además, el orden de los productos en la rutina facial es esencial, así como la preparación previa de la piel y la aplicación posterior de productos que la protejan.
Compruébalo repasando estos errores típicos y que pueden evitar que dé los resultados esperados.
Aplicarlo en orden incorrecto: Debe hacerse tras la limpieza del cutis y antes de la hidratante o contorno de ojos. En el caso de que utilices habitualmente tónico tras la limpieza facial para equilibrar el PH de la piel (que suele alterarse con los productos de higiene), será tras este cuando debas aplicar el sérum.
No limpiar bien el cutis: El sérum es un cosmético que se caracteriza por una gran concentración de activos y una textura liviana que favorece la rápida penetración de esos ingredientes en las capas profundas de la piel. Aunque puede que estés aplicando en el orden correcto, tras la limpieza es posible que esta sea deficiente y queden restos de suciedad o, lo más habitual, de maquillaje. Esto entorpece la penetración de los activos que contiene el sérum en las capas más profundas y evita esos resultados visibles y más acelerados que se le presuponen a este cosmético.
Para no desperdiciar su potencial, te recomendamos recurrir a la doble limpieza del cutis antes de aplicar el sérum, especialmente en la rutina de noche y si has llevado maquillaje durante el día. Esto supone realizar una primera limpieza con un producto que se aplique con algodón, como agua micelar, aceite o leche limpiadora. A continuación, deberías limpiar el cutis con un producto que necesite aclarado, como un gel, de manera que te asegures de eliminar todas las capas de producto que has aplicado ese día sobre la piel del rostro.
Continuaremos hablando sobre este producto que es fantástico bien utilizado.