Residentes de Bernardo de Irigoyen sufren problemas con el abastecimiento de agua potable desde hace más de dos semanas. El servicio depende de la Cooperativa de Agua Potable de Bernardo de Irigoyen (COOPABIL). Según contaron a PRIMERA EDICIÓN ante la falta del líquido vital prolifera la venta de agua de pozo en camiones, y llenar un tanque a domicilio tiene un valor de $3.000.
Lo curioso es que para trasladar el agua se utiliza un camión de la Cooperativa de Agua Potable de Bernardo de Irigoyen (COOPABIL), que es la que concesiona el servicio en la localidad.
Ante esta situación, usuarios convocaron el miércoles por la noche a una asamblea donde plantearon elevar ante las autoridades el reclamo por la provisión del agua potable en los barrios.
“Este es un problema de larga data solo que este año abusaron, porque comenzaron a vender agua con el propio camión de COOPABIL, hay varios camiones en el pueblo vendiendo agua a $3.000 el tanque, por eso no bombean agua, para que la gente les compre”, expresó Raúl Da Silva, vecino del barrio Alto Pepirí.
En este sentido, “quien no tiene para pagarle a los camiones, se queda sin agua. Es caótica la situación, uno les envía mensaje, prometen que van a mandar agua y nada”, enfatizó Raúl, uno de los vecinos.
Además advirtió que “no tenemos agua ni para cocinar. Pedimos a las autoridades de la Municipalidad de Bernardo de Irigoyen o de la COOPABIL que al menos envíen un camión con agua, pero que no nos vendan, porque no podemos pagar lo que piden”.
En consecuencia, la vecina Analía Suárez da Rosa relató a este Diario que la situación que se vive en la localidad “es pésima”.
“No tenemos agua, encima todos los meses nos suben la boleta de agua, estamos pagando el servicio y no llega a nuestras casas, no tenemos nadie a quien reclamar”, detalló Da Rosa quien se desempeña como comerciante.
Manifestó que esta es una situación que afecta a todo Irigoyen no sólo en la zona donde reside. “Es la misma cosa en todos los barrios, tenemos que comprar agua de bidón para beber es una vergüenza, no tenemos para tomar, ni para lavar nada”, precisó.
Finalmente, reveló que la última boleta de agua de la COOPABIL que le llegó fue de 2.000 pesos y la anterior de 1.500. “Pagamos la boleta y el servicio es pésimo, sin agua nadie vive, hay un pozo en una punta del barrio donde todos vamos a buscar con baldes pero eso solo sirve para ducharnos, para limpiar, no para tomar, y un balde no alcanza para nada, hay mujeres embarazadas que no tienen como moverse para buscar”, describió.
Asamblea
El jueves por la noche, un grupo de vecinos de Bernardo de Irigoyen convocó a una asamblea con el objetivo de plantear los reclamos por la deficiencia del servicio de agua. En la oportunidad también se plantearon distintos problemas que hacen al mal estado de los caminos, la inseguridad y la falta de un juez en el Juzgado de Paz local.
“Anoche asaltaron un mercado cerca de mi casa, nadie sabe quién es y nadie hace nada, necesitamos que nuestro pueblo cambie, que no siga de esta forma”, expresó Analía Suárez da Rosa.
