Si es época para realizar balances, Ramón Alberto Muñoz necesitará de muchas horas para resumir su trajinar vinculado o sospechado a la andanzas delictivas. Con la salvedad a su favor, lo podrá hacer en libertad nuevamente.
Nació en Oberá un 26 de septiembre, pero se lo considera posadeño. Tiene 44 años y se lo relaciona durante el 2022 como cabecilla de una gavilla de asaltantes que golpeó en varios puntos de la provincia y se alzó con muchos millones de pesos, tanto en efectivo como en alhajas, recuperó la libertad tres meses después de ser capturado en Ituzaingó (por la Policía de Corrientes) tras un raid de intento de escape a balazo limpio y temerarias maniobras a bordo de una camioneta Fiat Toro en la que se trasladaba un menor de edad.
Alias “El Negro” pasó de desafortunado martes 13 de septiembre a un diciembre con más suerte o “fortuna” que la Selección Argentina de Lionel Messi.
De fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN se supo que Muñoz cubrió los montos requeridos por dos jueces, el titular de Instrucción 1 de Posadas, Marcelo Cardozo y el subrogante de Instrucción 1 de Oberá, Pedro Benito Piriz, y sin más vueltas fue liberado de la celda que ocupaba en la comisaría Cuarta de la capital provincial.
En cuanto al expediente que lo imputaba el juez Cardozo por “homicidio en grado de tentativa”, se modificó a “lesiones graves”, y en la causa por el robo de 70 mil dólares bajo la modalidad “viuda negra” a un empresario obereño de 69 años se le requirió una fianza de 950 mil pesos y las habituales exigencias de arraigo: no beber, no drogarse, cumplir con las citaciones de arraigo y no robar.
Pero estas causas corresponden al segundo semestre de este año. La primera mitad no lo tuvo ausente de las sospechas y las noticias policiales. El 22 de febrero se lo vinculó a un intento fallido de asalto a una empresa maderera de Dos de Mayo, donde uno de los guardias abatió a uno de los delincuentes.
Leandro Andino (30) fue identificado por la víctima fatal. El 18 de junio en el barrio Néstor Kirchner, zona sur de Posadas, un familiar del fallecido fue atacado por Muñoz a balazos, presuntamente porque lo delataron en la investigación del golpe malogrado en la fábricas de placas.
Desde 2001 registra antecedentes “El Negro” y durante los últimos días de 2021 y primeros dos meses de 2022 fue buscado por cada golpe cometido contra empresas del interior misionero.
Con su “especialidad” de romper puertas, sorprender a cuidadores y reducirlos a golpes y punta de armas de fuego para abrir cajas fuertes y escapar con millonarios botines se lo destaca desde 2019 con el atraco a la firma de almidón de mandioca de Gobernador Roca.
Pero su “palmarés penal” acarrea imputaciones entre 2014 y 2015 por sendos abusos sexuales a menores de edad, una de estas víctimas, la hermana de su expareja.
También fue señalado por un robo millonario a un empresario de Garupá, familiar directo de un funcionario judicial.
Otro detalle que sorprende (o ya nada sorprende): el 6 de abril de este año, Leonardo Manuel Balanda Gómez, juez de Instrucción de Puerto Rico lo citó a indagatoria por el robo de 65 mil dólares y joyas a un empresario de Garuhapé que fue seducido por una joven menor de edad para salir de su domicilio a dar una vuelta nocturna por Puerto Rico. Mientras esto ocurría, los secuaces presuntos de Muñoz, ingresaron a la vivienda y salieron millonarios.
Su abogado habría presentado un escrito porque debía concurrir al juicio ante el Tribunal Penal 2 por robo y lesiones a un constructor posadeño en 2016.
Pero no habría anunciado que este debate estaba suspendido por la demora, por fuerza mayor y agenda, en otro juicio oral que se desarrollaba en el Tribunal Penal 1 de Posadas en el que uno de los camaristas del TP-2 se desempeñaba como subrogante.
Meses antes, el mismo juicio por robo y lesiones lo esquivó con un certificado de COVID-19 positivo. Durante la misma semana del fallido atraco a la maderera de Dos de Mayo.