“La verdad es que siempre tuve el sueño de viajar, de conocer el mundo”, dijo Leandro Exequiel Herrera, nacido en San Ignacio, pero radicado por estos días en Dublín. “Todos sabemos que en los países primer mundistas es más fácil poder ahorrar y viajar. Elegí Irlanda porque, cuando me decidí a emigrar, todavía estábamos en pandemia y acá se encuentra mi mejor amigo así que, si necesitaba un salvavidas, tenía alguien en quien confiar”, aseguró.
Como ingeniero agrónomo, en Argentina trabajó en familia y también supo emprender de manera privada. “Si bien nos iba bien, hay que reconocer que la pandemia y la situación económica actual del país fueron otro impulso para comprar los tickets y venirnos a Europa junto a mi novia”, acotó.
En este país europeo empezó a trabajar haciendo delivery, “pero la verdad es que es un trabajo muy complicado por el clima. Actualmente trabajo en el servicio de limpieza de un hotel 5 estrellas y ahí me siento muy bien. El salario es bueno y también nos dan de comer”, relató.
Añadió que “acá, en Dublín, el trabajo es abundante. Me vine a estudiar inglés y con el curso de inglés estoy habilitado para trabajar legalmente. Generalmente, los trabajos qué hay acá, son los relacionados al turismo y la gastronomía, pero hay muchos profesionales que vienen desde Sudamérica y tienen la suerte de ejercer”.
En el caso de Herrera, está enfocado en aprender inglés y después de eso, tratar de buscar un trabajo donde pueda ejercer su profesión y donde le ayuden a conseguir una visa de trabajo. “Estoy acá hace seis meses y todavía no pude volver a visitar a mi familia. La idea es quedarme más tiempo, viajar, conocer y algún día volver con algún dinero e invertir en mi país”.
“Es cierto que se extraña mucho la familia, las costumbres, la comida (por sobre todas las cosas), pero acá hay muchísimos latinos entonces no se extraña tanto o se hace más fácil, pero, los domingos, se siente la ausencia del asadito en familia y el hecho de no ver crecer a los sobrinos es deprimente. Pero bueno, todo en la vida tiene un precio qué hay que pagar y, si de cumplir los sueños se trata, a veces hay que ser un poco egoísta y cerrar los ojos para tomar impulso”, confió.
Sostuvo que su familia “tomó bien mi decisión. Por como soy, siempre supieron que algún día me iba a tocar esta experiencia. Tuvieron un anticipo cuando fui por ocho meses a Brasil, gracias a una beca que gané en la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE). Y la verdad que con esa experiencia me di cuenta que viajar es lo que quiero”.
¿Volver o no volver? “No sé, trato de no pensar en eso porque si no, te olvidas de disfrutar. Trato de vivir el día a día. Seguramente que volveré algún día para devolverle a mi país todo lo que me dio, pero hoy tengo otras prioridades”, subrayó.
En su corta estadía tuvo la suerte de viajar a España, conocer Países Bajos y la oportunidad de ir a ver al Manchester United en Old Trafford y al Manchester City.
“Estar acá te da esa posibilidad tan linda de viajar que hay que aprovechar y espero que muchos jóvenes se animen a salir de su zona de confort y tener una experiencia como la mía. Es cierto que hay cosas que te atan, pero también es cierto que salir de la burbuja te cambia la vida, la forma de pensar, se ven las cosas y te hace más feliz”, sentenció.