El Ministerio de Salud de la Nación confirmó la detección en el país de los primeros dos casos de Candida auris -una especie de hongo que crece como la levadura-, “provenientes de muestras de pacientes tratados en una clínica de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”.
Se trata de un hongo que mayormente se encuentra en hospitales y geriátricos, pudiendo contaminar a los pacientes y residentes incluso cuando no tengan ningúntipo de patología, explicó el infectólogo Ricardo Teijeiro.
“La infección puede ser riesgosa para aquellos pacientes con problema de inmunosupresión u oncológicos, cuyos perjuicios pueden provocar la muerte del infectado”, dijo.
“El hongo tiene bastante resistencia debido a que no evoluciona bien con antimicóticos comunes y no es fácil tratarlo como a otros hongos que afectan a las personas” enfatizó el profesional destacando que la manera de prevenir la expansión del hongo “es la higienización constante de los lugares en donde hay pacientes inmunodeprimidos y el tratamiento adecuado al paciente que lo tenga”.
Sobre los casos de Candida auris detectados
Uno de los pacientes aislados está internado desde el 2 de octubre en la unidad de cuidados intensivos en una clínica de CABA, que fue derivado de una clínica del exterior mediante un vuelo sanitario.
El día 18 de octubre se le realizó un urocultivo con aislamiento de Candida sp, y el resultado, diez días después, se identificó como Candida auris.
La otra persona aislada “presenta una fístula de drenaje posquirúrgica y es tratado de forma ambulatoria en la misma clínica”.
Los dos pacientes “no compartieron el mismo ámbito en el mismo momento durante su estadía en la clínica y la investigación epidemiológica continúa en proceso”, detalla el Boletín Epidemiológico Nacional (BEN).
Pero… ¿qué es la Cándida auris?
Ángel Colque (M.N.13.854), infectólogo de la Sociedad Argentina de Infectología, informó que “la mayoría de las infecciones se observan en pacientes crónicamente enfermos con estadías prolongadas y alto requerimiento de los servicios de salud”.
También afirmó que: “Se debe considerar como brote y tomar las medidas necesarias para contenerlo, llevadas a cabo por el laboratorio de microbiología y los comités de control de infecciones de cada institución”.
El objetivo es el control de los brotes, que incluye “la rápida identificación de la C. auris en pacientes hospitalizados, que es particularmente importante para que las instituciones puedan tomar precauciones especiales para detener su propagación”, explicó el infectólogo.
La emergencia de este hongo se debe a su facilidad para persistir y causar brotes en el ámbito hospitalario, así como a la escasa eficacia de los antifúngicos para controlar la infección.
El patógeno emergente fue aislado y descrito por primera vez en 2009, en 2011 se describió el primer caso de fungemia (hongos en la sangre) causado por esta especie y en 2012 se notificó el primer brote hospitalario en la Región de las Américas. Desde el primer caso, el patógeno fue reportado como agente causal de infecciones invasoras en humanos en al menos 47 países.
“La emergencia de este patógeno “se debe a su facilidad para persistir y causar brotes en el ámbito hospitalario, así como a la escasa eficacia de los antifúngicos para controlar la infección”, indicó el informe.
La mortalidad reportada en fungemia por Candida auris varía entre 30-72 % y “puede colonizar el cuerpo humano y puede persistir en el ambiente hospitalario por semanas; además, algunos desinfectantes de uso común no son efectivos contra esta especie”.
Se transmite a través del contacto con ambientes contaminados o con personas colonizadas y puede persistir en el ambiente hospitalario por semanas.
Fuente: Medios Digitales