Un Boca “alternativo”, con mayoría de suplentes y el misionero Esteban Rolón en el once inicial, se lo dio vuelta a Quilmes y se impuso por 3 a 2 en el estadio Malvinas Argentinas de Mendoza, en partido disputado a última hora de este miércoles por los cuartos de final de la Copa Argentina.
El “Cervecero” pegó primero con un gol de Julián Bonetto a los 4 minutos, pero el “Xeneize” reaccionó rápidamente y lo empató a los 7 de la mano de Darío Benedetto.
Más tarde, en una vibrante etapa inicial de ida y vuelta en la que Quilmes le jugó de igual a igual al conjunto de la Ribera, un desborde de Agustín Sandez le permitió al juvenil Javier Morales anotar el segundo de Boca para irse al descanso al frente en el marcador.
Aunque en el complemento bajó un poco el nivel, el partido siguió abierto para ambos, con acercamientos de peligro en las áreas que el “Xeneize” supo capitalizar a los 15 por medio del recién ingresado Luca Langoni.
Pero el “Cervecero” no se rindió y por medio del “eterno” Mariano Pavone, que también había entrado a la cancha poco antes, volvió a acercarse en el marcador a los 20 minutos.
Inesperadamente, nada más recortar diferencias, se desató la violencia de una parte de la hinchada de Quilmes, que arrojó piedras y todo lo que encontraron a mano a la platea rival, y luego se enfrentaron con la Policía, provocando una larga interrupción del partido que deslució el gran espectáculo que se había vivido hasta entonces.
Lo cierto es que a partir de entonces no volvió a moverse desde entonces y fue triunfo 3-2 para Boca, que ahora se medirá en semifinales con Patronato de Paraná, que eliminó por penales a River después de igualar 2 a 2 en el tiempo reglamentario.