Restricciones por donde se quiera mirar. Es la estrategia que los sucesivos gobiernos nacionales vienen aplicando para la comercialización del dólar, moneda que escasea y que el Banco Central y el superministro Sergio Massa vienen atesorando a como dé lugar.
Sin embargo, paralelamente al freno que se pone sobre importaciones de productos al país, no se habilitan billetes de la moneda norteamericana para potenciar la producción nacional.
Como se explica en la edición de hoy, pasaron más de 40 días desde que la empresa Sudamérica Embalajes de Leandro N. Alem le advirtió al ministro de Industria misionero que se estaban quedando sin insumos para producir, que las maquinarias comprometidas a adquirir en el extranjero estaban a la espera de los pagos frenados por las restricciones al dólar. Y que, en consecuencia, iban a producirse efectos negativos en la relación laboral con los trabajadores.
Después de esos 40 días, donde el gobernador Herrera Ahuad le pidió a Massa, al secretario de Desarrollo José Ignacio de Mendiguren y cuanto funcionario se le cruzó en el camino por la Casa Rosada, la respuesta nacional sigue siendo nula.
Ahora, al menos 25 misioneros se han quedado sin el trabajo -que esperaban ansiosamente obtener- porque las maquinarias para las nuevas líneas de producción no llegarán. Los que son parte de la planta permanente de la industria del envasado seguirán alternando las vacaciones anticipadas y rogando que no se tengan que producir despidos porque no hay materiales con los cuales producir, trabajar, generar divisas, sostener empleo.
Evidentemente en la Nación no se entiende el doble perjuicio: no dejar entrar insumos, cuidar los dólares pero tampoco dejar desarrollar a los pocos que aun quieren invertir. Cuando la empresa misionera “mude” las nuevas líneas a Paraguay o Brasil, ya será muy tarde internar retenerlas. El perjuicio está en marcha. Las soluciones, ausentes.