Un importante revuelo se generó durante la mañana de ayer en el Instituto Politécnico San Arnoldo Janssen de Posadas cuando alertaron sobre la posibilidad de una persona con un arma dentro de un aula de clases. Rápidamente, llamaron a la Policía para iniciar un protocolo de actuación y en el proceso, desalojaron a los alumnos para revisar el arma en cuestión y determinar el peligro que representaba.
De acuerdo al reporte policial, fue el jefe de preceptores quien alertó lo sucedido, tras ser avisado por un estudiante que un compañero fue a clases con un arma en su mochila. El menor en cuestión, de 15 años, tenía el elemento guardado entre sus cosas y no llegó a sacarla, según consta en los relatos testimoniales. En principio, la división de la Policía Científica confiscó y evaluó la posibilidad de que fuera o un arma utilitaria o bien un arma de fuego.
Sin embargo, fuentes oficiales consultadas por PRIMERA EDICIÓN confirmaron que se trató de un aire comprimido. De todas formas, se trató de un hecho grave y que generó preocupación en toda la institución.
Oficiales de la Comisaría Décimo Séptima tomaron declaraciones a los presentes en la institución, mientras el chico fue puesto en resguardo en el Centro Modelo de Asistencia y Seguimiento de Niños, Niñas y Adolescentes (CEMOAS). Más tarde, el menor fue puesto a resguardo de sus tutores legales y el expediente se encuentra a cargo del Juzgado Correccional y de Menores. Tanto el chico de 15 años como sus padres fueron citados a declarar el próximo 26 de septiembre.
Desde la escuela, se pusieron a disposición de la Justicia y de la familia del menor para resguardar y acompañar al alumno en el proceso de investigación. De momento, tampoco tendrá sanciones disciplinarias, pero analizarán la mejor manera de actuar para que no se repita la situación tan tensa que vivieron los estudiantes y la comunidad educativa durante la mañana del lunes en horario de clases.
Brindar contención
En comunicación con PRIMERA EDICIÓN el rector del Instituto Politécnico San Arnoldo Janssen, Jorge Karanik, aclaró que “se pidió intervención policial para saber qué tipo de arma era, si era de utilería, como se decía”. Aseguró que para este caso “intentamos que cada instancia tenga la intervención que corresponde, porque estamos ante un menor y queremos preservar la estabilidad dentro del curso”.
A nivel institucional y a pocas horas de ocurrido el incidente, contó que “no podemos juzgar aún si esto se trata de una simple travesura o no”. Por otra parte, detalló que este alumno “es un chico que anda bien en la escuela y según lo que manifestó ni siquiera sacó el arma de su mochila”.
Karanik reiteró que “se actuó de la manera correcta y nadie corrió ningún riesgo en ningún momento”.
En el Janssen “es la primera vez que sucede algo así, pero tampoco se llegó a agredir a nadie”, agregó el rector. Tras la intervención de la Justicia indicó que “ellos evaluarán si esto se trató de un juego o algún problema emocional”.
A nivel institucional, compartió que en este caso, y ante la posibilidad de sanciones disciplinarias para el alumno involucrado en el hecho, “recién todo está en proceso y adoptar medidas sería no evaluar absolutamente nada de lo sucedido. La situación ya pasó y ahora empieza a aclararse todo lo sucedido”.