La genética es un factor importante a la hora de definir cómo se va a comportar un perro o un humano.
Algunas razas son muy independientes y poco dispuestas a colaborar, en esos casos será un triunfo si tu perro aprende a venir cuando le llamas o a quedarse quieto. Así y todo, no hay excusas para no ocuparte de la educación de tu perro.
Si tu perro pertenece a una raza obediente por naturaleza, pero no obedece casi nunca, o lo hace sin convicción y nunca a la primera orden, ¿lo estás educando correctamente?
Si tu perro es de carácter dominante, es posible que tenga dudas acerca de si debe obedecerte o no. En este caso, aprende las normas a seguir para dejar claro que eres “su líder”.
Hay tres factores importantes a la hora de educar un perro:
Edad – Es más sencillo modificar conductas de un cachorro que de un perro adulto de 4 o 5 años de edad que ya tiene hábitos adquiridos.
Experiencias previas – ¡Buenas! caminar mucho, ser sociable, conocer gente, el entorno público, eso facilita el aprendizaje de nuevas conductas.
Motivación interna del perro – Es lo que estimula al perro a obedecer y aprender más rápido. No obstante, cada perro es diferente y en algunos resultan más fáciles que en otros cambiar las conductas viciosas.
Comenzar el proceso cuando tu perro es cachorro es importante para su desarrollo. Un aprendizaje adecuado resultará en un perro feliz y equilibrado con quien dará gusto vivir.