La investigación por el crimen del colono David Rossi (68), ocurrido el miércoles en paraje Joaquín Piña de Bernardo de Irigoyen, sumó nuevos avances y tiene que ver con el secuestro del posible móvil utilizado por los autores del homicidio, tanto para llegar a la vivienda de la víctima como para huir luego del hecho.
Se trata de una motocicleta Yamaha YBR 125 roja incautada durante uno de los allanamientos realizados el viernes en forma conjunta entre efectivos de la Unidad Regional XII de Bernardo de Irigoyen y de la Dirección Homicidios de Posadas.
La motocicleta estaba en la vivienda del segundo detenido, un joven de 28 años, en paraje Dos Hermanas. La causa hasta el momento cuenta con dos sospechosos tras las rejas, un vecino de la víctima en donde hallaron una motosierra del colono y el reciente mencionado joven que hace menos de un mes también residía en la misma zona.
Durante las próximas horas serán trasladados al Juzgado de Instrucción 1 de San Pedro, para ser indagados por el juez Ariel Belda Palomar, quien investiga el hecho.
El segundo allanamiento tuvo lugar en el barrio Evita de Bernardo de Irigoyen donde reside el tercer supuesto implicado, hermano de uno de los que ya están detenidos. La policía no localizó al joven de 26 y un familiar indicó que estaría en Brasil pero sería inminente su presentación en la Justicia ya que tendría una coartada para desbaratar sospechas en su contra.
Para llegar a los sospechosos, habría sido clave el testimonio de vecinos quienes dieron características físicas y datos de tres personas que fueron vistas en el lugar antes que descubrieran el cadáver de Rossi.
De acuerdo al adelanto de autopsia, realizada en la Morgue Judicial de Posadas, trascendió que el colono murió como consecuencia de una golpiza, que sufrió un infarto y se asfixió con su propia sangre, presuntamente porque estaba amordazado a la hora de padecer los puñetazos.
Como móvil del crimen, se mantiene con más fuerza la teoría de que se produjo durante un intento de robo y que el castigo justamente recibido por la víctima se debió a que no hizo entrega de un dinero importante que los malvivientes “sabían” que guardaba en su domicilio. De todas maneras, la existencia de dinero no fue corroborada y familiares de Rossi no conocían si en la actualidad contaba con una suma ostentosa.
Tal como publicó este Diario en su edición de ayer, en principio los delincuentes se llevaron del inmueble un bolso de tela, pero se desconoce si en su interior llevaron algún elemento de la vivienda o dinero.
El hecho
De acuerdo a fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN, el sangriento desenlace se registró a las 21 aproximadamente y fue alertado por vecinos de la zona conocida en Irigoyen como Bajo Pepirí, que oyeron al menos tres detonaciones de armas de fuego que provenían de la vivienda de David Rossi de 68 años.
Mientras reinaba la conmoción por el crimen, efectivos de Investigaciones UR-XII iniciaron el rastrillaje para recoger detalles de posibles testigos, lo que permitió establecer que al menos tres personas fueron vistas correr e internarse en una zona de monte próximo a la frontera con Brasil, lo que apuntaría a que uno de los pasos fronterizos clandestinos fue utilizado para cruzar al vecino país.
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