Cada 18 de julio se conmemora el Día Internacional de la Vaquita Marina, un animal que probablemente nunca hayas visto en vivo, teniendo en cuenta que solo quedan alrededor de 10 ejemplares de estos mamíferos marinos mexicanos, tímidos y escurridizos, que habitan exclusivamente en un área del Golfo de California.
Estas son las características que lo hacen tan especial y las razones por las que están al borde de desaparecer por completo.
En la actualidad solo quedan unas 10 vaquitas marinas, según la Comisión Ballenera Internacional. La cifra es alarmantemente baja, así como la rapidez con la que decreció la población de este mamífero: en 1997 se estimaba que había poco más de 560 ejemplares, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza la cifra descendió a 200 para 2005 y unos 15 años después queda cerca de una decena.
El organismo destaca que, apenas 28 años después de que se descubriera, la especie ya fue catalogada de “vulnerable” en la lista roja de la UICN. Y desde 1996 se considera “en peligro crítico de extinción”.
Para la WWF, la situación de la vaquita marina es un ejemplo claro de lo que está sucediendo con varios cetáceos, una categoría que incluye a ballenas, delfines y marsopas.
El mamífero marino ‘más raro del mundo’
La vaquita marina no solo es el mamífero marino más pequeño que habita el planeta: los expertos la califican como el “más raro“. Es difícil observarla en su hábitat, es escurridiza y tímida, y se aleja si advierte la presencia de barcos. Es endémica del Golfo de California o mar de Cortés, lo que quiere decir que solo vive allí.
Entre sus características principales, el dorso es gris oscuro, en los laterales la coloración es gris más claro y el vientre es blanco. Alrededor de los ojos y los labios tiene parches negros. Es un animal robusto que llega a pesar 55 kilos en el caso de las hembras adultas. Estas llegan a medir un metro y medio, un poco más que sus contrapartes machos. Los dientes tienen “forma de espátula”, el hocico es corto y la cabeza redondeada.
El descubrimiento formal de las vaquitas marinas fue hace relativamente poco: en 1958. La primera descripción, que se basó en tres cráneos que se encontraron en San Felipe, en Baja California, data de la primera mitad del siglo XX. Posteriormente se hizo una descripción completa del animal tras el hallazgo de algunas vaquitas varadas.
La suerte de las vaquitas ha estado fuertemente ligada a la de otro animal marino que habita la misma región: los peces totoaba, una especie similar al róbalo, que tienen un gran buche muy codiciado en China.
En la medicina tradicional china se cree que los buches de pescado secos son afrodisíacos y ofrecen un sinfin de beneficios para la salud. En el mercado negro de ese país, el kilogramo de buche se puede vender hasta por 8.000 dólares, según el gobierno de México. No en vano se le ha denominado “la cocaína del mar”.
El tráfico de este pez, según explica la ONU, está controlado por el crimen organizado. Para pescar al totoaba, los pescadores se valen de redes agalladeras o de enmalle en las que las vaquitas quedan atoradas y se asfixian. Por eso terminan siendo, tal como explica la institución, una “víctima colateral de esta actividad furtiva”.
La alteración del hábitat y la contaminación son otros de los factores que afectan su supervivencia.
Otro problema: las bajas tasas de reproducción
Existe otro reto para la supervivencia de las vaquitas marinas: su baja tasa reproductiva, una característica que comparten con otras especies de cetáceos. Se reproducen cada dos años o más y la gestación tiene una duración de entre 10 y 11 meses. Además, en cada ocasión solo dan a luz a una cría. Esas crías pesan como mínimo 7,5 kilos al nacer y miden entre 70 y 78 centímetros.
Los esfuerzos de conservación
Décadas atrás comenzaron los esfuerzos para proteger a la vaquita marina. En 1992 el país prohibió el uso de redes agalleras y años después, en 2017, las de enmalle. Existe un Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita y un área de refugio de este mamífero acuático. Allí está prohibida la pesca nocturna y los barcos deben pasar por puntos de entrada y salida monitoreados, por mencionar algunas medidas.
¿Por qué se llaman vaquitas marinas?
“No hay una explicación clara acerca del origen del nombre”, dice la Universidad Autónoma de México (UNAM). Sin embargo, su aspecto puede dar algunas pistas: las vaquitas marinas son robustas, tienen el vientre blanco y anillos oscuros alrededor de los ojos y la boca, dice la Universidad. ¿Otro parecido con sus contrapartes terrestres? Los antepasados de la vaquita tenían cuatro patas. La UNAM explica que “regresaron al agua después de millones de años y, poco a poco, cambiaron de forma: las patas delanteras se transformaron en aletas y las traseras desaparecieron“.
Fuente: CNN en Español
Fotos: Omar Vidal