POSADAS. Se abstuvo ayer de declarar ante la Justicia el supuesto autor material del crimen del pensionado Oscar González (55). Se trata de un sujeto conocido como “el peluquero”, debido a la actividad en la que se desempeñaba. El sospechoso optó por el silencio, pese a que voceros del caso confiaron que su situación sería comprometida. De esta manera el juez de Instrucción 1 -de turno en Posadas y que sigue la investigación del hecho-, Marcelo Cardozo, continuará analizando el expediente y las evidencias para seguramente el año entrante resolver la situación procesal del acusado. Tal como anticipó PRIMERA EDICIÓN en exclusiva, el “peluquero” fue arrestado el pasado miércoles al mediodía. Fue durante un operativo que incluyó el allanamiento del domicilio del individuo -un inquilinato-, situado en inmediaciones de la calle Peyret, a unas dos cuadras de la avenida Las Heras de esta capital. Según los pesquisas el sujeto, de entre 35 y 40 años, está sindicado como el presunto autor material del homicidio, perpetrado el pasado jueves 8 de noviembre. Este hombre no es el único detenido, ya que una joven que se cree participó del crimen también está tras las rejas. Es una mujer conocida como “La Rubia” y que fue reconocida por un testigo en una rueda de reconocimiento. El cadáver de la víctima fue hallado el citado día minutos después de las 19, en una humilde vivienda situada sobre calle Perito Moreno, a escasos metros de la intersección con avenida Maipú. González tenía su rostro prácticamente desfigurado por los golpes contra el suelo, pero la autopsia determinó que no murió por los traumatismos en la cabeza, sino asfixiado con sus propias prendas de vestir. Desde el inicio mismo de la investigación se habló de un homicidio en ocasión de robo, en medio de una fiesta en la que había corrido alcohol, sexo y drogas. De acuerdo a la hipótesis que manejan los investigadores, él o los asesinos creyeron que el infortunado dueño de casa tenía unos 6 mil pesos, producto del cobro de dos pensiones de las que era beneficiario. En medio de la reunión, le habrían exigido a González que entregue el dinero.En base al relato de una testigo de identidad reservada, que habría participado del encuentro pero se retiró al ver que la mano venía pesada, los investigadores pudieron establecer que el pensionado habría dicho “no tengo ni para mí” antes de ser golpeado para que confesara dónde escondía el dinero.Como no lo hizo, terminaron estrangulándolo con su propio pantalón.Días después, merced al relato de una mujer que frecuentaba el domicilio del hombre asesinado, los investigadores pudieron acceder a las características de un sospechoso, que resultó ser el “peluquero”.El arresto del peluquero se produjo a siete días de la excarcelación, por falta de mérito, del “jardinero”, como llamaban a un changarín que solía concurrir a la vivienda de González.La TV sería claveAl menos dos testigos y uno de los elementos incautados en su domicilio comprometerían al “peluquero”. Se trata de un televisor que será exhibido a familiares de la infortunada víctima, para que indiquen ante la Justicia si le pertenecía o no.





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