Hace 27 años, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el 11 de abril como Día Mundial del Parkinson, coincidiendo con el aniversario de nacimiento de James Parkinson, el neurólogo británico que en 1817 descubrió lo que en aquel tiempo llamó parálisis agitante y que hoy conocemos como enfermedad de Parkinson.
El Parkinson es un trastorno neurodegenerativo, crónico e invalidante, que afecta al sistema nervioso central. Se produce por la muerte de, entre otras, unas neuronas llamadas dopaminérgicas, que son las encargadas de producir dopamina, un neurotransmisor muy importante para la función motora.
Actualmente no existe una imagen clara sobre la situación de la enfermedad a nivel mundial y se desconocen las causas últimas que provocan la enfermedad, que todavía no tiene cura. Sin embargo, existe una gran cantidad de terapias y tratamientos dirigidos a atenuar los síntomas y mejorar la calidad de vida de las personas con Parkinson.
La enfermedad no afecta a todas las personas de la misma forma, hay tantos parkinsons como personas que lo padecen.
La enfermedad de Parkinson afecta a todos los aspectos de la vida de la persona y su familia, llegando a empeorar notablemente su calidad de vida y limitando su autonomía.