En 1947, un tal Alcibíades Alarcón ingresaba a la Escuela Superior Fraternidad Nº4 de Posadas para comenzar su educación primaria, en ese barrio tradicional homónimo, cercano a la ribera del río Paraná, que supo colorear con sus versos “El Mensú” Ramón Ayala. Justamente ese rincón de la ciudad, otrora con callecitas de tierra y arena por donde transitaban incansables pescadores y villenas, fue el vecindario donde Alcibíades vivió durante su infancia.
En uno de los salones de esta escuela, situada sobre calle Salta, la institución escolar junto al ministerio de Cultura de la Provincia, le rindieron homenaje esta mañana al músico, poeta y ex alumno Alarcón. Alumnos de cuarto a séptimo grado, en compañía de docentes y autoridades, recibieron a la comitiva que arribó para compartir una sencilla pero emotiva actividad, en conmemoración al autor de himnos populares como “Por un trompito y un tren” y “Misionero y guaraní”.
“Es una gran alegría abrir las puertas de la escuela para este homenaje. Aquí, Alcibíades aprendió a leer y a escribir, transitó por estos patios, fue un niño feliz como quienes son alumnos hoy. Y es importante para nosotros que los chicos conozcan quién fue este ex alumno y su importancia para nuestra cultura” expresó la directora de la institución, Carmen Alfaro.
Luego dirigió unas palabras el promotor cultural, miembro de la Comisión Permanente de Homenaje a Alcibíades Alarcón y vecino del barrio Fraternidad, Roberto “Polaco” Acosta. “En lo personal me llena de emoción estar en esta escuela, porque yo también fui alumno. Soy vecino, como Alcibíades. Él, como hombre de nuestra tierra, tuvo como mayor inspiración su lugar, los paisajes y personajes que vivía cada día”.
También estuvo presente Víctor “Kiko” Alarcón, hijo de Alcibíades y ex alumno del establecimiento. Como ocurriera hace algunos días en el cementerio La Piedad, “Kiko” relató una anécdota, pero que en este caso remite al “poeta de Misiones” en su faceta de padre. “Una vez yo me había portado mal, y la maestra mandó una nota. Cuando papá leyó, escribió dos hojas de cuaderno para que yo llevase un día siguiente. La maestra leyó esas hojas y le mostró al director. Después eso se leyó en un acto, porque hablaba del respeto que hay que tener a los maestros y a los mayores, que es algo que papá siempre nos inculcó”, relató “Kiko” emocionado.
A su turno, el ministro de Cultura Joselo Schuap, dialogó con los pequeños estudiantes, acerca de la relevancia de la identidad misionera y el enorme aporte que Alcibíades Alarcón dejó como legado en ese sentido. “Esta es la primera escuela primaria con la que estamos compartiendo esta actividad, pero la idea es recorrer muchas más, para mantener viva la memoria y la obra de Alcibíades” señaló Schuap. Su intercambio con los niños dio paso a un cierre musical y a viva voz entre todos los presentes, de la mano del músico Leo González.
Fuente: Ministerio de Cultura de Misiones