El consumo de cocaína en Buenos Aires se llevó la vida de al menos 24 personas en pocos días, que habrían comprado al mismo proveedor.
Ayer, pero en Rosario, casi una decena de personas terminó internada en el sistema sanitario por la misma droga. En el tratamiento de la información de los últimos días que se viene dando desde estamentos oficiales, se presenta al estupefaciente como “adulterado” o “de mala calidad”, entre otros términos. Al punto que el ministro bonaerense de Seguridad, Sergio Berni, hasta recomendó a los adictos a la droga mencionada que tirasen la compra de los días anteriores para evitar terminar internados o muertos.
Sin embargo, hay que ser claros: no existe la cocaína buena o mala, porque siempre será perjudicial para la salud de quien la consuma. El mensaje debe ser claro tanto para quien la compra y toma en forma habitual como para las personas que lo rodean.
Hace pocos días, el ministro de Prevención de Adicciones de Misiones, Samuel López, fue claro al respecto: “No pasa por ser legal o ilegal para seguir siendo una sustancia que hace mal al organismo, que termina siendo un problema para la salud pública. Legal o ilegal, igual debe ser tratada la patología”.
Decenas de familias pelean cotidianamente por un tratamiento que les permita a sus seres queridos superar la adicción. Y no se trata solamente de cocaína, sino también de marihuana, pedra, alcohol que incluso es de consumo legal para mayores de 18 años.
Es parte de la prevención y la lucha contra esas adicciones el ser lo más claros posible sobre el daño que provocan en las personas. Muchos de ellos irreversibles y que condicionan el futuro, en especial de los niños, adolescentes y jóvenes que caen en ellas.