Gracias a los movimientos feministas y las mujeres que lucharon para ayudar a denunciar casos de violencia y abuso hacia otras mujeres la violencia de género se volvió algo muy importante de tratar en los últimos años. Y el Gobierno de Misiones también debió empezar a prestar mas atención a estos casos.
La titular de la Dirección de Violencia y Violencia de Género del Ministerio de Gobierno y coordinadora de la Línea General de Violencia 137, Carolina Caspary, recibió esta semana al equipo de PRIMERA EDICION para hablar sobre el trabajo que se encuentra haciendo junto a su grupo interdisciplinario de profesionales, para ayudar y proteger a las personas en situación de violencia.
La directora explicó que en el 2019 la Dirección de Prevención, la Dirección de Asistencia Integral, la Dirección de Tratamiento de Conductas Violentas y la Subsecretaria de Relaciones con la Comunidad y Violencia se fusionaron bajo el Ministerio de Gobierno para “que la víctima llegue a un espacio y encuentre la mayor cantidad de respuestas posibles”, desde la emergencia hasta el tratamiento de conductas violentas.
La violencia en general aumentó en gran medida estos dos últimos años de pandemia y la directora expresó que “la violencia creció por el hecho de convivir las 24 horas con agresores. La línea 137 recibió muchos pedidos de ayuda donde hubo riesgo de vida, las personas llaman por casos puntuales de víctimas encerradas dentro de una habitación o del baño y que el agresor está afuera con un arma blanca o de fuego. Nos dicen “por favor dame una mano porque me va a matar”.”
Dijo también que las victimas suelen llamar con un miedo constante a ser “una mas de la tele” y que desde la dirección les tocó casos en los que debieron conectarse directamente con un juez, para tomar medidas inmediatas ante el riesgo de perder la vida.
Hay todo tipo de pedidos de ayuda, no solo desde las víctimas, “desde todas las campañas se consiguió muchísimo que las víctimas se animen a denunciar, pero igualmente hay un montón de familiares o amigos que denuncian”, agregó Florencia Gritti, psicóloga dentro de la Dirección de Prevención.
Desde el área de prevención se trabaja con las redes sociales y mantienen dialogo con los medios, para que se pueda charlar de la temática y dar a conocer que existe un equipo real de profesionales que están para atender.
Si justo alguien está buscando ayuda puede enterarse que existe la línea 137 y que está disponible las 24 horas, los 365 días del año. “Tal vez en el momento que llamaste no querés hacer la denuncia, pero hacer ver que sos víctima de violencia. El equipo te va a atender y escuchar, te va asesorar y contener y si hay situación de riesgo de vida automáticamente el operador te va a estar conteniendo, pero va activar que la brigada móvil donde está el equipo de profesionales salga y vaya a donde está la víctima”, aclaró Caspary.
La mayoría de denuncias son de las zonas urbanas de la provincia como Posadas, Oberá y Eldorado por la cercanía que existe entre la sede de la Dirección de Violencia y la brigada de la línea 137. También trabajan con el 911 ya que en el momento de la emergencia no se trabaja con el agresor sino con la víctima y las víctimas colaterales como niños, niñas, adolescentes y abuelos.
Luego si la victima quiere hacer la denuncia el equipo la acompaña, si hay riesgo de vida y el agresor todavía no fue detenido se buscan otras opciones junto a la Subsecretaria de Relaciones con la Comunidad y Violencia, que está a cargo del refugio.
Pero el equipo aseguró que “para las víctimas del interior los chicos de la línea 137 saben que tienen que trabajar con la policía, los juzgados de paz, los hospitales, con la municipalidad, todos los recursos que tiene la localidad y la asistencia social del municipio. Siempre se está viendo que redes se pueden ofrecer para que la víctima sea escuchada y apoyada”
Video: María Gabriela López.
Sobre el tratamiento
“Escuchar es lo más importante en el momento”, expresó Gritti agregando que trabajan con una medida interdisciplinaria de escuchar desde el área de abogacía y psicológica, porque en la primera entrevista la victima llega desorganizada, asique se debe estar atento a cuestiones graves como la naturalización de las amenazas de muerte dentro del vínculo violento, que constituyen delitos de instancia penal, y lesiones más graves como cuestiones de abuso a los cuales no se les toma importancia.
“Es muy importante para nosotros tener un equipo con distintas miradas, y si la victima está muy angustiada la psicóloga continuara atendiendo y conteniendo tratando de organizar que la persona este medianamente entera para hacer la denuncia, que suele ser algo clave en el proceso”, comentó Gabriela Gómez abogada encargada de la parte jurídica de la Dirección.
“El área de familia se dispara con una multiplicidad de complejidades y situaciones. La primera instancia es violencia, pero al indagar no es solo eso. Asique la mirada interdisciplinaria es para poder detectar estas cosas y tratar de ayudar a tiempo”, agregó Gómez.
Secuelas psicológicas
“La violencia física es la mas visible y conocida pero la psicológica para nosotras es la primera y la determinante” manifestó Gritti.
Caspary comentó que en el área de prevención intentan concientizar y problematizar esta temática, pero creen que todavía falta un largo recorrido. “La violencia psicológica tiene secuelas graves que predominan en el tiempo y no se está viendo. La victima nos dice “pero el nunca me pego” pero hace 20 años es víctima de violencia psicológica, sexual, económica, simbólica y ella cree que la violencia es el golpe”.
La psicóloga luego indicó que la violencia psicológica genera todo lo que viene después: que la víctima crea es su culpa, que no vale nada y es la responsable de todo. “Tiene mucho que ver con la autoestima y en la mayoría de casos genera algo crónico. Hay un montón de casos de ansiedad, ataques de pánico y depresión”.
“Casos de suicidios tuvimos muchísimos en el último tiempo” expresó Caspary y siguió: “Son las secuelas de acarrear años de situaciones de violencia, de no poder expresarlo y de no poder acudir a la ayuda”
“Damos asesoramiento e indicamos a donde se tiene que ir a denunciar, a qué juzgado y qué tiene que pedir. Desde la Dirección ya se tiene la previsión de acercamiento y la exclusión del hogar. Todo eso deriva en el tema de los alimentos, el cuidado de la responsabilidad parental de cada uno de los padres que están en conflicto y cómo van a llevar adelante esto en el tiempo. Nuestra función es orientar y ayudar a seguir los pasos que tienen que seguir y la persona puede recurrir siempre que necesite asesoramiento. Se puede regresar las veces que se necesite”, concluyó Gómez.