EL CAIRO, Egipto (Agencias y diarios digitales). La situación política en Egipto alcanzó su máxima cuota de confusión y desconcierto al anunciar el presidente Mohamed Mursi, tres días antes del referéndum constitucional, que la cita se celebrará ahora en dos fases, el 15 y el 22 de diciembre. Poco después, la oposición laica, tras varios días de deliberación, aceptaba a regañadientes participar en el plebiscito para apostar por el “no”, lo que parecía un paso adelante para salir del estancamiento en el que se encuentra la crisis actual. La situación daba, sin embargo, otros dos pasos atrás al condicionar el Frente Nacional de Salvación su asistencia a las urnas a que el referéndum se celebrara en un solo día.Las últimas semanas se han convertido en un cúmulo de anuncios, marchas atrás y desmentidos, muchos de ellos realizados en plena madrugada, que tienen a gran parte de los egipcios completamente desorientados y que demuestran una flagrante falta de coordinación entre las instituciones del Estado y muchas veces entre los propios miembros del Gobierno. En otro ejemplo más de este absoluto caos, el Ejército aplazaba ayer sin nueva fecha una reunión informal convocada el día anterior con los grupos sociales egipcios para analizar la crisis. Del otro encuentro convocado para el miércoles, el que debía tener lugar entre el presidente Mursi y la oposición, no se sabían ni las conclusiones ni tan siquiera quiénes participaron en él.A pesar del cambio de planes en las fechas de referéndum, los egipcios que viven en el extranjero comenzaron a votar desde las distintas embajadas, pese a que más de 300 diplomáticos se habían negado a supervisar la cita. Precisamente, la falta de jueces, que por ley deben vigilar los comicios, es la razón que alega la Comisión Electoral para dividir el voto en dos fechas. Gran parte de los magistrados egipcios han decidido boicotear la cita en protesta por las decisiones del presidente Mursi. El día 15 votarán diez provincias egipcias, entre ellas la de El Cairo y la de Alejandría, y el sábado siguiente, el 22, lo harán las 17 restantes.Las campañas a favor y en contra de la Constitución ya han comenzado. Pero, mientras que los Hermanos Musulmanes y otros seguidores del presidente Mursi ya comenzaron a intentar convencer a los egipcios para que apoyen el texto hace más de una semana, no fue hasta ayer que el grueso de la oposición no islamista, unificada bajo el paraguas del Frente Nacional de Salvación, ha empezado su campaña por el “no”. Hasta ahora han estado discutiendo si decantarse por el boicot para no dar legitimidad a un proceso que consideran impuesto por una “dictadura presidencial”, dijeron ayer en una rueda de prensa, o acudir a las urnas para luchar contra la Carta Magna. El grupo liderado por Mohamed el Baradei, sin embargo, impuso ayer dos condiciones para presentarse a la cita: que se celebre en un solo día y que “sea supervisado completamente por jueces”. El primer requisito, sin embargo, parece que no va a cumplirse.
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