La investigación, liderada por las especialistas Catherine Riou y Wendy Burgers de la Universidad de Ciudad del Cabo (suroeste), observó la respuesta de los linfocitos T de “memoria” (que recuerdan cómo combatir los virus) en 70 personas inoculadas con las vacunas de BioNTech/Pfizer (dos dosis), de Johnson & Johnson (una o dos dosis) o previamente contagiadas.
“Hallamos que el 70-80 % de la respuesta de las células T CD4 Y CD8 a la (proteína de la) espícula se mantenía a lo largo de los grupos de estudio“, señala el texto de la investigación, que agrega que la reacción es similar a la observada con las variantes beta y delta, “a pesar de que ómicron contiene considerablemente más mutaciones”.
Esos resultados “demuestran” que la mayoría de las células T estimuladas por la vacunación o la infección son capaces de hacer el reconocimiento cruzado de la variante ómicron.
La respuesta de las células T, según esto, se vería notablemente menos afectada que la eficacia de los anticuerpos (tanto los aportados por la pauta original de las vacunas como por la infección natural), que sí que se ve muy disminuida por las mutaciones de ómicron, según los estudios realizados hasta la fecha.
“La inmunidad bien preservada de las células T ante ómicron probablemente contribuye a la protección frente a covid-19 grave, lo que apoya las observaciones clínicas tempranas en Sudáfrica“, señala el texto.
La investigación, iniciada tras el anuncio de la identificación de ómicron por parte de expertos sudafricanos el pasado 25 de noviembre, fue publicada como preimpresión para ser sometida a la revisión de pares de la comunidad científica esta semana, según detalló a Efe Wendy Burgers.
Sus primeros resultados, sin embargo, ya habían sido expuestos a mediados de diciembre en un simposio organizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Fuente: DW