Son medio millón de personas que trabajan en el sector privado. Pertenecen a lo que puede considerarse la “crema” del mercado laboral. Son empleados de distintos gremios, tanto en el sector servicios como en la industria. Y en su mayoría tendrán aumentos salariales en línea con la inflación, algo que muy pocos podrán decir cuando, en una semana, finalice este 2021 con una suba de precios cercana al 50% interanual.
Este lote de trabajadores se suma a los casi 400.000 que trabajan en la administración nacional y que percibirán un bono por $20.000 junto con el salario de diciembre.
Con este adicional, los empleados públicos finalizarán este año con una leve mejora real (por encima de la inflación), por primera vez desde que se inició la crisis, en abril de 2018.
Por su parte, los gremios del sector privado que recibirán el beneficio son: camioneros, trabajadores de la carne, aceiteros, industriales de la alimentación y de los peajes.
Para tener en cuenta: del millón de trabajadores que están en el comercio, sólo lo percibirán aquellos que están empleados en las cadenas de supermercados, que son menos de 100.000.
La mayoría de estos empleados habían conseguido aumentos en torno al 45% (y promesa de revisiones por inflación durante el primer trimestre del año), con lo cual este bono ayudará a que tengan una leve mejora de su poder adquisitivo.
Distinto es el caso de los monotributistas y trabajadores informales, que una vez más terminará el año con pérdida de su salario real. Es algo -si se quiere- lógico en el marco de una inflación anual del 50%, o incluso algo superior.
Hacia adelante, el cuadro luce complejo: Guzmán, en medio de las negociaciones con el Fondo y la aceleración inflacionaria, el ministro no quisiera que quede expuesta una carrera precios-salarios que ponga en peligro cualquier plan de estabilización del ya de por sí complejo escenario.
Guzmán tenía previsto que la inflación de noviembre fuera de 2%, y en todo caso preveía algún pequeño salto para el siempre complejo mes de diciembre. No fue lo que sucedió.
¿Qué está pasando? ¿Cuál es la realidad en los gremios? Un informe revelador de la consultora Synopsis -dirigida por el politólogo Lucas Romero- ayuda a comprender el panorama.
Los últimos acuerdos firmados (correspondientes al mes de octubre) tomaron como pauta aumentos del 49,4% en promedio. Contra 46,7% de septiembre, lo que da cuenta de la aceleración inflacionaria y de los reclamos sindicales.
“En la recta final de un 2021 que comenzó con muchísima incertidumbre, los denominados grandes gremios están muy cerca de lograr finalizar el año con los aumentos paritarios por encima de la evolución de la inflación, la cual se estima en torno al 46% anual”, destaca el reporte de Synopsis.
Sector por sector
• Aceiteros: recibirán un bono de $104.000 y será para unos 20.000 empleados.
• Camioneros: el beneficio será de $48.000 e impactará en 190.000 trabajadores.
• Peajes: el bono será de $48.000 y lo percibirán unos 7.000 empleados.
• Alimentación: los gremios del sector acordaron un plus de $30.000 para más de 150.000 trabajadores.
• Carne: en este caso, el beneficio está proyectado para unos 26.000 empleados del sector que recibirán en los próximos días $30.000.
• Supermercados: más de 90.000 trabajadores percibirán un bono de $13.000.
Inflación: aumenta la presión
El nivel general del Índice de precios internos al por mayor (IPIM) registró un aumento de 2,9% en noviembre de 2021 respecto del mes anterior y acumula una variación en lo que va del año de 48% y una suba del 54,5% en los últimos 12 meses, según informó hoy el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
Asimismo, el organismo de estadísticas oficial informó ayer que el nivel general del Índice del costo de la construcción (ICC) en el Gran Buenos Aires correspondiente a noviembre de 2021 registró una suba de 2,1% respecto al mes anterior y del 51,1% en los últimos 12 meses, como consecuencia del alza de 3,9% en el capítulo “Materiales”, de 0,3% en el capítulo “Mano de obra” y de 1,9% en el capítulo “Gastos generales”.
En tanto, de acuerdo al INDEC, la variación de los precios mayoristas se explica como consecuencia de la suba de 2,9% en los “Productos nacionales” y de 3,4% en los “Productos importados”.
Por otra parte, detalló que el nivel general del Índice de precios internos básicos al por mayor (IPIB) mostró un aumento de 3,1% en el mismo período. En este caso, la variación se explica por la suba de 3% en los “Productos nacionales” y de 3,4% en los “Productos importados”.
En tanto, el nivel general del Índice de precios básicos del productor (IPP) registró un aumento de 3% en el mismo período, como consecuencia de la suba de 2,9% en los “Productos primarios” y de 3% en los “Productos manufacturados y energía eléctrica”.
El Índice de precios internos al por mayor (IPIM) tiene por objeto medir la evolución promedio de los precios de los productos de orígenes nacional e importado ofrecidos en el mercado interno. Se incluyen el impuesto al valor agregado, los impuestos internos y los impuestos a los combustibles netos de los subsidios explícitos. Por tratarse de bienes destinados al mercado doméstico, se excluye el valor de las exportaciones en el cálculo del peso relativo de cada actividad.
Asimismo, el Índice de precios internos básicos al por mayor (IPIB) tiene igual cobertura que el IPIM, pero los precios no incluyen el efecto impositivo mencionado en el Índice de precios internos al por mayor.
Mientras que el Índice de precios básicos del productor (IPP) mide la variación promedio de los precios percibidos por el productor local; por lo tanto, se excluyen los bienes importados y, en la ponderación de cada actividad, se incluyen las exportaciones.
De esta manera, el INDEC concluyó con la difusión de los índices de precios que comenzó con el segmento minorista, que en noviembre marcó una desaceleración al alcanzar el 2,5% mensual. En tanto, desde enero, acumuló un aumento del 45,4%, superior al 29% pautado para todo el año por el ministro Martín Guzmán, mientras que en los últimos doce meses la suba de precios es de 51,2%.
Si bien desde marzo hubo una tendencia de desaceleración, ese sendero se revirtió desde septiembre con una suba del IPC desde el 2,5% que había registrado en agosto hasta 3,5% y ya en octubre se mantuvo en ese nivel. Como respuesta, el Gobierno aceleró un cambio en las autoridades de la Secretaría de Comercio y estableció controles de precios.