“Antes de la persecución uno de ellos me gritó algo así como ‘éste va a ser tu último día’, y durante tres kilómetros nos siguieron. El que iba de acompañante me tiró varios cuchillazos y me defendí con un pedazo de plástico de la moto. Me quería dar una estocada a la altura del cuello, hasta que el que iba al mando de la motocicleta de ellos pateó la rueda delantera de la nuestra y perdimos estabilidad. Al derrapar y por el impacto, volamos unos 20 metros. Natanael sufrió la peor parte ya que su cuerpo pegó de lleno contra un poste y murió luego por las graves lesiones que sufrió. No los conocíamos y nos siguieron porque uno de ellos nos acusó de haberlo agredido y no fue así”.
Este testimonio fue parte de lo que dijo ayer ante el Tribunal Penal 1 de Eldorado una de las víctimas del hecho donde murió un joven y también resultó herido un menor. En el banquillo hay dos acusados.
El testigo, cuyos datos se reservan debido a que denunció haber recibido la “sugerencia” de no declarar por parte de uno de los imputados, aportó datos claves para la investigación del hecho perpetrado el sábado 13 de julio de 2019 en Puerto Iguazú y donde murió Natanael Moreira, quien tenía 19 años. Los acusados, de 23 y 24 años, están respondiendo por el delito de “homicidio simple”.
“Nadie me da trabajo”
El joven que fue víctima y a su vez testigo presencial de lo sucedido, dijo que se enteró por el diario de que se llevaba a cabo el juicio y al presentarse ante la comisaría jurisdiccional de su domicilio le entregaron la citación para comparecer. “Acá murió un inocente, no un animal, es mi obligación dar testimonio”, expresó.
Luego contó que su vida ya no es la misma tras el hecho. “Nadie me quiere dar trabajo por cómo quedé, por las secuelas físicas, se arruinó mi vida”, manifestó el joven que actualmente tiene 29 años.
Acerca del hecho refirió que “esa madrugada (poco después de las 5) uno de los acusados intentó entrar a una fiesta de 15 donde estábamos con Natanael y un menor. Ese individuo peleó con otro y se fue. A los 10 minutos regresó junto al otro acusado. A esa hora nos íbamos todos y muchos tenían miedo de estas personas. Arrancamos en la moto (Natanael conducía), el menor (15) iba en el medio y yo detrás. Entonces nos persiguieron unos 3 kilómetros por avenida Victoria Aguirre. Se nos pusieron a la par tres veces hasta que en el último acercamiento el conductor pateó la rueda delantera de nuestra moto. Derrapamos y por el impacto volamos unos 20 metros. Natanael pegó contra el poste y por las graves lesiones luego murió”, recordó.
Agregó que “uno de ellos, el acompañante, durante la persecución me tiraba estocadas con un cuchillo y uno de los dos me gritó ‘éste va a ser tu último día’”. El único testigo que declaró ayer por el hecho sufrió “fractura de fémur, con 180 días de tratamiento”.
“Trafic blanca”
Ambos imputados optaron por declarar ante el Tribunal y coincidieron en varios de sus dichos. Se dijeron inocentes y que ellos no patearon y tampoco alcanzaron con la motocicleta de las víctimas. Además “vieron una traffic de color blanca que pudo participar en el hecho” (la víctima que declaró ayer negó haber visto dicho vehículo).
También el conductor y el hombre sindicado como el que pateó la moto guiada por Natanael manifestó que “ellos se llevaron un abrigo mío mientras otros me pegaban en la fiesta, y dentro del abrigo estaban mis documentaciones. Para recuperarlas le pedí ayuda a un conocido (el coimputado)”.
El juicio continuará hoy con declaración de más testigos, entre ellos un chipero que estaba en la zona y el menor de las víctimas.
