El Club Ciudad de Buenos Aires se consagró el último jueves por la noche en la Súpercopa de la Asociación de Clubes de la Liga Argentina de Vóleibol (ACLAV). Y los festejos tuvieron tonada bien misionera: en el plantel campeón estuvieron Wilson Acosta (20) y Gustavo Maciel (17). ¡Tomá mate!
El triunfo del team porteño fue por un contundente 3-0 sobre UPCN de San Juan. La victoria tuvo sabor a revancha -Ciudad no había podido ganarle a UPCN durante toda la última temporada- e incluso significó un baldazo de agua fría para el dueño de casa, que inauguraba el estadio Los Cóndores con el torneo.
“Es una locura, es mi primer título en A-1, así que estoy súper contento, nunca pensé que me iba a pasar de estar acá, es otro sueño cumplido”, sintetizó ayer a EL DEPOR el opuesto Acosta, oriundo de Cerro Azul y todo un referente de la nueva camada del vóleibol argentino: ya lleva jugados dos mundiales juveniles, en Túnez 2019, donde se colgó el bronce; e Italia/Bulgaria 2021, donde llegó a semis con la Selección Argentina.
Wilson ya se prepara para lo que viene. Y lo hace ahora con otro misionero como compañero de plantel. Se trata de Gustavo, oriundo de Apóstoles y exjugador de Mundo Vóley de esa ciudad, quien dio el salto en tiempo récord y, aunque aún no tuvo minutos en cancha, ya se colgó su primer título en A-1.
“Estoy muy contento, todo esto es un sueño. Empecé a jugar cuando tenía 16 en Apóstoles Vóley, de ahí pasé a Mundo y a fines de 2019 logré quedar en Ciudad tras una prueba con el profe Gustavo Pazzano. Primero jugué en Sub-19, después en Sub-21 y en la Primera local. Y ahora estuve en la Súpercopa como tercer central”, sintetizó el player de 2.01 metros de altura, quien ya fue convocado para la Copa RUS, que arrancará en diciembre y servirá como previa de la liga oficial.
“La verdad que me sorprendió el nivel que hay, es altísimo. Y realmente estar acá fue un sueño cumplido. Ahora, a seguir entrenando y pensar en lo que se viene”, sintetizó a EL DEPOR el jugador apostoleño.
Ciudad se tiñó de tierra colorada y los dos misioneros ya se preparan para los próximos desafíos, mientras imponen el acento del terruño en la gran ciudad. “Nos llevamos bien y compartimos muchas cosas, como la manera de hablar, ahora cuando digo ‘guaú’ o ‘yaguá’, hay alguien más que me entiende”, cerró Wilson.
Enzo, el que sigue
En el plantel de Primera ya son dos misioneros, pero en el Club Ciudad, en realidad, son tres. Es que Enzo Haureluk, cuñado de Wilson, actualmente se desempeña en la categoría Sub-19. El oriundo de Alem jugó este año el Mundial de esa categoría con la Selección.