El Concejo Deliberante de Oberá aprobó el martes en sesión ordinaria la colocación de contenedores especiales para filtros y colillas de cigarrillos en los accesos de los espacios abiertos y cerrados de acceso público de esparcimiento y recreación.
Teniendo en cuenta que está prohibido fumar en todos los espacios cerrados de acceso público de la ciudad, es habitual encontrar a la entrada de dichos lugares gran cantidad de residuos de los cigarrillos tirados por lo que “es necesario impulsar medidas tendientes a la prevención del consumo de tabaco y minimizar el impacto que genera la falta de tratamiento de los desechos de cigarrillos en el ambiente y en la salud pública, argumentó la edil María Helena Kudelko.
“Las consecuencias ambientales del consumo de tabaco deja de ser un problema de salud del individuo y pasa a ser un problema para toda la comunidad”, remarcó.
Según el Ministerio de Salud de la Nación, el humo de tabaco tiene más de 7 mil sustancias tóxicas, incluyendo monóxido de carbono, constantemente liberadas al aire que todos respiramos.
Los filtros de cigarrillos como el humo tienen altos contenidos de cadmio, el que a cualquier nivel en el organismo es dañino para la salud, por lo cual las colillas de cigarrillos deberían ser tratadas como residuos peligrosos.
Se determinó que las colillas de cigarrillos generan un daño ambiental significativo al ser arrojadas en la vía pública, por cuanto contaminan gravemente y afectan negativamente los cauces y reservorios de agua puesto que una sola colilla de cigarrillo puede contaminar 8 litros de agua de mar y hasta 50 litros de agua potable. Además de ser perjudicial para suelos, plazas, espacios verdes y demás lugares públicos o privados de acceso público.