“Quiero agradecer a mis clientes, a mis amigos, a mi familia, a la gente en general, porque todos representan un soporte en una actividad que no tiene parate, que no tiene horarios. Y una sola, no la podría lograrlo”, manifestó Sofía Bogado Krakovieski (74), propietaria de la tradicional Florería Flowers, que hoy celebra 40 años de permanencia en el mercado posadeño.
“Estoy feliz y agradecida a la vida y a Dios, porque estoy bien y puedo seguir trabajando. Cumplo 40 años en el rubro y destaco la actitud de la gente, que me acompañó mucho durante todos estos años” al frente del emprendimiento que se puso en marcha el primero de noviembre de 1981. Los primeros 13 años sobre la calle San Lorenzo entre Sarmiento y San Martín, y desde hace 27, sobre calle Ayacucho entre Tucumán y Santiago del Estero.
Admitió que “tengo personas que rinden culto a la amistad desde hace 40 años, que me acompañan en lo lindo y en lo feo. Este es un trabajo que no tiene horarios. En muchas ocasiones estaba en una reunión cuando me llamaron para pedir una corona, y me tuve que levantar, excusarme y venir hasta el local, porque en esta tarea uno hace un compromiso con la gente”, agregó la mujer, que se considera una “bendecida” pero, a la vez, “muy voluntariosa y trabajadora”.
Aseguró que busca ser siempre amable porque eso implica ciertas cuestiones, entre ellas, que “la gente siempre vuelve porque una le atiende de buena manera. Además, trato de tener todo en el negocio, elementos como macetas, piedras, fertilizantes, tierra, plantas ornamentales. Y hacemos el servicio desde el nacimiento, hasta la muerte”.
Comentó que el año pasado “trabajamos muy bien en tiempos de pandemia porque la gente, como no salió de vacaciones, se dedicó a su casa, a las cuestiones hogareñas, adquirió todo lo necesario para renovar el jardín o comenzar uno nuevo. Pero este año no fue tanto, porque se inició la apertura de las actividades. De todos modos, vendemos. No nos podemos quejar. Al menos pagamos nuestros impuestos y no tenemos deudas”, bromeó la comerciante.
Confió que bajaron las ventas porque las flores están muy caras, como todas las cosas. Admitió que, por lo general, “las rosas importadas son un poco mas costosas que las nacionales, que dependen del tamaño pero que tampoco tienen la misma duración y belleza que tiene una rosa importada. No sabría decir por qué o cuál es el motivo. Pero cuando a la gente le gusta, la compra igual. El costo no es un impedimento porque las flores siguen siendo un presente muy especial”, aseveró.
Para el Día de la Madre se produjeron buenas ventas, “trabajamos muy bien”, comentó, y recordó que “cuando apenas empecé, vendíamos alrededor de 600 docenas de rosas en un Día de la Madre, ahora se venden diez a veinte paquetes, y es suficiente. Cambiaron mucho las cosas”, expresó Bogado Krakovieski. Y como si fuera poco, también tienen problemas con el transporte.
Constancia y ganas de aprender
Recordó que sus inicios fueron “sin un peso, y sin saber nada”. La florería pertenecía a Agromisiones, una firma en la que se desempeñó como empleada a lo largo de dos años. Y como la sociedad se disolvió, “decidieron dejarme delante de la florería porque sabían que era algo que a mí me gustaba. No tenía plata. Me defendí trabajando, fui muy constante y muy honesta conmigo misma. Y creo que eso es lo que me llevó a permanecer vigente”, manifestó la comerciante, que por más de veinte años efectuó el mantenimiento de las plantas del Banco Macro.
“Con ese sueldo mantenía la florería. Me costó muchísimo pero nunca fui mezquina con mi entorno”, acotó.
Aseguró que todo lo que sabe, lo aprendió sola. “Nadie me quería a enseñar a hacer una corona. Muchas veces iba al cementerio y miraba como la habían confeccionado, para tener una idea. Y por esa razón me propuse a enseñar a las personas. Y así lo hice. Creo a todas las florerías, sobre todo del interior de Misiones, les dejé alguna enseñanza al momento de hacer las coronas. Quise ser distinta, porque conmigo fueron egoístas”.