
En el marco por el “Día de la Lucha y Concientización Contra el Cáncer de Mama”, se llevó a cabo ayer en el Museo Regional Aníbal Cambas, la entrega de premios del 2° certamen literario “La Letra Rosa”. Un encuentro organizado por las profesionales: Laura Ruiz (mastóloga), Máryuly Pinto, (comunicadora Internacional) y Beatriz Martínez, que busca concientizar sobre esta enfermedad a través de relatos en primera persona.
La ceremonia también contó con la presencia de la doctora Lilian Tartaglino, Celia Kozachik, Evelín Rucker y Alejandra Mendez, entre otros profesionales y además los autores de las obras ganadoras quienes contaron sus experiencias a través de poemas y emotivos relatos. Además este encuentro contó con la voz y la música de Micol Ortas y Marcelo “Tico” Pérez, en teclados.
En esta oportunidad el primer lugar del Concurso “La Letra Rosa” fue para “El submarino de vacaciones de invierno” de María Elena Zuza Pedrotti (Posadas). En tanto el segundo puesto fue para “El mensaje y el café” de Facundo Salvador Alavar (Eldorado) y el tercero para “Alertas y vigilantes” de Mariela Esther Stumpfs (Oberá). En tanto que la mención especial fue para Rolando Escalante, por su poema “Llegará”.
Vale resaltar que el relato ganador será publicado en el suplemento SextoSentido del diario PRIMERA EDICIÓN y publicado próximamente en el mini libro La Letra Rosa. Mientras que las obras del segundo y tercer puesto, también serán publicadas en el mismo libro.
En diálogo con este Diario, la mastóloga Laura Ruiz expresó su agrado a la amplia convocatoria que tuvo esta segunda edición del Concurso “La Letra Rosa” y según le manifestó el jurado fue “muy difícil la elección de decidir los tres primeros puestos”, contó.
A su vez, la profesional comentó que “las palabras y las letras plasman muchos sentimientos que movilizan al alma y quiero decirles a todas esas luchadoras, y hombres también, que realmente los admiro, porque veo que día a día ponen todo de sí en la lucha contra esta enfermedad y creo que a esta lucha se suman amigos y familiares que los rodea y los quiere. Nosotros desde nuestro lugar también aportamos. Creo que juntos y trabajando en equipo podemos salir adelante”.
“Estos eventos nos unen y hacen que cada vez seamos más solidarios y empáticos. Tenemos que ponernos en el lugar de la otra persona y tratar de ver como está viviendo cada situación”, aconsejó.
Vale recordar que la doctora Ruiz fue autora de la obra “9 Vidas y un Propósito”, donde también rescató los testimonios de pacientes que luchaban conta el cáncer de mama y “siempre digo que eso me ayudó y enseñó a ver como vivían estas personas y familias desde el otro lado del escritorio. Desde un lugar donde no tenía acceso, porque muchas veces en las consultas es todo muy técnico, y esto nos ayudó personalmente a ver a esas personas y por eso realmente quiero felicitar porque son todos unos luchadores creo que eso es lo importante y en eso tenemos que basarnos”.
Por su parte la escritora Evelín Rucker agradeció la oportunidad de participar como jurado y contó que junto a sus pares, pudieron leer cada uno de los textos que participaron encerrados en “nuestras casas primero, antes de debatir y todos lloramos mucho. Son textos llenísimos de emoción que creo que es una de las características que hacen al caminar de esta enfermedad, son todos los textos fantásticos y todos merecen un aplauso, un premio y merecen que sigan participando, que los participantes sean muchos más: hombres y mujeres, porque algunos de los textos ganadores son de hombres y son fantásticos. Ahora como es un concurso literario se tuvo en cuenta a la escritura y tal vez los ganadoras, son escritoras ya consagradas, pero eso sin desmerecer ese lujo, que puede tener a escritoras importantes participando de este concurso”, definió.
“Quienes escribimos sabemos lo sanador que es escribir. Es un momento de catarsis y de volcar las emociones, pero también es llevar ese granito de arena de otra manera, no solamente el contar sino ver como lo cuento para atraer al lector y tal vez con eso estaré ayudando a dejar una de las característica de los textos que dan miedo, pero el miedo está para que prestemos atención y tengamos cuidado y después tenemos que dejarlo de lado y abrazarlo fuerte para decirle gracias por estar acá, pero yo puedo mucho más”, finalizó.