En el centro del pecho, detrás del esternón, el hueso donde la gente toca cuando dice yo, hay una pequeña glándula llamada Timo. Su nombre en griego, ‘thýmos’, significa energía vital. El timo: la glándula de la felicidad, la emoción y uno de los pilares de nuestro sistema inmunológico y continuamos conociéndonos.
Si queremos se puede ejercitar el Timo para aumentar su producción de bienestar y felicidad, ganar en fuerza y salud.
Por la mañana, al levantarse o en la noche antes de acostarse:
a) De pie, las rodillas ligeramente dobladas, (la distancia entre los pies debe ser la misma de los hombros). Ponga el peso del cuerpo sobre los dedos y no sobre el talón y mantenga toda la musculatura bien relajada.
b) Cierre una de sus manos y comience a dar golpecitos continuados con los nudillos de los dedos en el centro del pecho, marcando el ritmo así: una fuerte y dos débiles. Siga haciéndolo entre 3 y 5 minutos, respirando tranquilamente, mientras observa la vibración producida en toda la región toráxica con 20 toques por la mañana y 20 toques por la noche es suficiente. El ejercicio estará atrayendo la sangre y la energía para el timo, haciéndolo crecer en vitalidad y beneficiando también los pulmones, corazón, bronquios y garganta.
Desde muy antiguo los sabios de Oriente estaban conscientes de esta relación entre Timo y Salud, por lo tanto diseñaron numerosos ejercicios para fortalecerlo.
Uno de los más efectivos es el ejercicio de El Sol en el Pecho.
• Póngase cómodo.
• Busque su lugar tranquilo y aireado.
• Masajee suavemente el centro de su pecho.
• Visualice que allí hay un capullo de una flor que se va abriendo despacio a medida que recibe su cálido masaje. Esta visualización activa nuestra glándula Timo.
• Con el puño flojo golpee amablemente el centro del pecho. Siga visualizando la flor que se abre. Ahora comenzamos el ejercicio propiamente dicho después de la preparación anterior.
• Extienda sus brazos hacia adelante, palma frente a palma.
• Cierre los puños. Esa va a ser la posición de partida.
• Inhale por la nariz en forma lenta y profunda, al mismo tiempo traiga sus codos bien hacia atrás, bien pegados al cuerpo. Intente que sus omóplatos se acercan lo máximo posible y que el pecho se abra bien.
• Retenga el aire.
• Visualice entonces un sol brillante y poderoso en el centro de su pecho. Sienta su calor y poder de vida.
Cuando llegue al límite de la retención, exhale por la boca entreabierta, mientras lleva sus brazos a la posición de partida. Repita la técnica de 5 a 15 minutos. Si ya tiene problemas en su sistema inmunológico conviene hacerla varias veces al día, todos los días hasta alcanzar mejoría evidente. Bendiciones para tu vida.