“La perrita había sido abandonada por su familia junto a sus crías. Unos vecinos de buen corazón la estaban cuidando, la mamá ya tenía turno de castración y todos ellos incluso ya tenían familia adoptiva. El lunes a la madrugada entraron al lugar donde los cobijaban y los destrozaron”, dijo a PRIMERA EDICIÓN Mariana Álvarez, de la Protectora Animal Iguazú consultada por la situación que ella calificó como “ataque bestial”.
Producto del abandono familiar también quedó una gatita preñada que está en tránsito en la casa de una de las integrantes de la protectora y también se están haciendo esfuerzos para encontrarle hogar definitivo.
Quienes quieran colaborar con la misión puede comunicarse al 3757-430222.