Hoy se recuerda el Día de los Pueblos Originarios, para reivindicar la cultura y los derechos de sus habitantes. En Misiones, la presencia de los mbya guaraníes nos debe llevar a redoblar un importante compromiso con ellos.
En especial, para realizar mayores esfuerzos por asegurar el ejercicio de la plena ciudadanía, en cumplimiento de los derechos consagrados constitucionalmente desde agosto de 1994.
Fue entonces cuando los convencionales que reformaron la carta magna argentina incorporaron el inciso 17 al artículo 75, que estableció como potestad del Congreso nacional “reconocer la preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas argentinos. Garantizar el respeto a su identidad y el derecho a una educación bilingüe e intercultural; reconocer la personería jurídica de sus comunidades, y la posesión y propiedad comunitarias de las tierras que tradicionalmente ocupan; y regular la entrega de otras aptas y suficientes para el desarrollo humano; ninguna de ellas será enajenable, transmisible ni susceptible de gravámenes o embargos. Asegurar su participación en la gestión referida a sus recursos naturales y a los demás intereses que los afecten. Las provincias pueden ejercer concurrentemente estas atribuciones”.
Así, institucionalmente existen espacios de Gobierno destinados a los indígenas, tanto a nivel nacional como provincial y hasta municipales. Algunas reivindicaciones sociales como ciudadanas se fueron dando desde entonces.
Pero, a casi 27 años de aquel compromiso constitucional, queda mucho por hacer. Y es visiblemente notorio en las ciudades, donde muchos guaraníes deambulan y viven en situación de calle.
Caciques reconocieron recientemente -ante el fallecimiento de un niño mbya en Posadas- que llegan desde sus comunidades por la falta de oportunidades para vivir dignamente.
Sin dudas que allí radica una importante falencia que no es de estos años, sino que viene de muchos más hacia atrás.
Pero, pensando en un futuro mejor para este pueblo originario que mantiene su presencia fuerte en Misiones, lo que hace falta es acordar políticas de Estado alejadas de los intereses partidarios y con efecto pleno en el bienestar de la población guaraní.
Ese, sin dudas, será uno de los mayores reconocimientos que se les pueda hacer.