Ayer se puso en funcionamiento una nueva Casa Refugio para víctimas de violencia de género, esta vez ubicada en Garupá. De esta forma se fortalece la red provincial de contención a las personas que luego de denunciar complejos casos de agresión necesitan un espacio transitorio donde residir.
En comunicación con PRIMERA EDICIÓN la subsecretaria de Relaciones con la Comunidad, Sandra Galeano, contó que “dimos un paso importante para este sistema provincial de protección a las víctimas a cargo del Ministerio de Gobierno al sumar una casa más como dispositivo de seguridad transitorio. En un trabajo en conjunto con los municipios tenemos en funcionamiento dos casas refugio en Posadas, ahora una en Garupá, en Eldorado, otra en San Vicente, Bonpland y otra en Santa Ana”.
En estos espacios “hay una política de contención y apoyo inmediato. En cada una de estas Casa Refugio, las víctimas tienen apoyo psicológico con un acompañamiento a la reinserción. La idea es que la víctima tenga un resguardo en tanto el juez a cargo del caso implemente una medida. Luego de esto, puede ingresar a otros espacios seguros ya sea volviendo con sus familiares o en otras redes”, agregó.
En cuanto a su población actual, aseguró que “el ingreso y egreso es algo bastante dinámico al ser un espacio transitorio. En Posadas tenemos algunas personas alojadas en las casas refugio, son cuatro y en San Vicente hace unos días egresó una chica”.
Galeano explicó que “en Garupá ahora cuentan con esta casa refugio. Actualmente contamos con dos dormitorios, cocina, comedor, un patio, vamos a proveer de huerta y actividades interactivas. Es una capacidad necesaria para todos los casos. La casa está en perfectas condiciones y en el caso de tener una nueva víctima, que esperamos no ocurra, contará con este lugar listo. De ser necesario, también se puede trabajar en conjunto con las otras dos casas en Posadas”.
Empoderar a las personas
La subsecretaria de Relaciones con la Comunidad, Sandra Galeano, contó a este Diario que “en muchos casos encontramos que estas víctimas de violencia carecen de redes sociales y no pueden ubicarse con su familia”.
Con las Casa Refugio “hablamos de dispositivos transitorios para emergencias. Tras ingresar esa persona evaluamos su reinserción, brindándole herramientas como salud y educación”, agregó.
Además, remarcó que “la idea es no institucionalizar sino que buscar una salida con sus familiares y círculo social. Por ello estas casas son un último recurso al no contar con ninguna otra forma de revinculación”.
Estas víctimas “vienen de un proceso muy difícil en su vida y necesitan de un acompañamiento constante ya sea al psicólogo, siquiatra, el acceso a la salud, educación y justicia. Cada una de estas casas cuentan con coordinación, personal de seguridad y atención las 24 horas, además de un móvil para eventuales traslados. Buscamos que puedan llevar una vida digna luego de romperse esto en sus contextos de violencia”, añadió Galeano.
La Subsecretaría también genera “un acompañamiento constante mientras se tomen las medidas, ya sea exclusión de hogar, prohibición de acercamiento, el botón antipánico, pero todo esto depende de la decisión de un juez”, aseguró su titular.