La situación hídrica como consecuencia de la falta de agua en Brasil y el cierre de compuertas de la represa Itaipú río arriba volvió a dejar a Puerto Iguazú al borde del colapso.
“El Viernes Santo, sin previo aviso, cerraron las compuertas de la represa sin importar lo que pasara río abajo, Argentina y Paraguay fuimos perjudicados”, dijo a PRIMERA EDICIÓN el director de Servicios del Instituto Misionero de Agua y Saneamiento (IMAS) en Iguazú, Ulises Espinoza.
Por la crisis, ante la falta del vital líquido, este domingo por la tarde hubo una movilización de vecinos autoconvocados frente a la sede del IMAS Iguazú para reclamar una solución de fondo al problema de desabastecimiento.
Lo cierto es que todo el fin de semana, justo durante el feriado turístico extra largo, la ciudad de las Cataratas contó solamente con el agua que se pudo obtener de la toma en el arroyo Mbocaí, es decir no más de 250 metros cúbicos, apenas para cubrir la demanda en zonas aledañas, y por ello gran parte de la ciudad proseguía ayer sin servicio, salvo aquellos barrios que cuentan con perforaciones.
“Si todo sale bien a la madrugada de este lunes vamos a recuperar presión para gran parte de la ciudad, aunque estimamos que se demorará al menos un día más para llegar a las zonas alejadas”, advirtió Espinoza.
Incumplimiento
En mayo próximo se cumplirá un año del acuerdo con el que Argentina logró que Brasil libere agua de sus represas Baixo Iguaçu hacia el río Iguazú e Itaipú en el río Paraná. En ese sentido, el vecino país no se ajustó a las reglas acordadas por el plazo de 12 meses y se cree que el conflicto podría volver a requerir negociaciones de Cancillería.
“El compromiso era por un año y ya hemos registrado tres feriados en los cuales se hizo lo mismo; sin embargo, esta situación es más drástica y es incluso peor que el año pasado”, remarcó el director de servicios del IMAS.
El viernes, según referenció, la abrupta bajada del Paraná arrastró consigo el caudal del río Iguazú y los arroyos afluentes. “La balsa de contingencia, con la toma flotante instalada por el Instituto en un sector profundo del río Iguazú, quedó varada en un banco de arena. Hubo que solicitar apoyo de Prefectura para desencajar la estructura de la balsa y volver a acomodarla a una distancia adecuada e intentar reconectarla”, describió.
“Esas maniobras se hicieron entre el viernes y el sábado, ya que la violenta y brusca bajante la dejó fuera de servicio. Si bien en la madrugada de hoy (por ayer), el Paraná experimentó una ligera subida, no fue suficiente y el trabajo que se está haciendo es de compensación para reacomodar y reactivar el sistema”, se explayó el funcionario.
“Se tienen que hacer cargo”
Entretanto, los vecinos (y algunos turistas) quedaron sin el vital líquido todo el fin de semana largo y ayer estalló la bronca. Ramona, de la agrupación de mujeres auto-convocadas, quien se manifestó junto a otros vecinos afectados, contó los padecimientos a causa del corte: “Estamos en plena pandemia y no hay contingencia. Somos miles de familias que no tuvimos recursos para acceder ni siquiera a un balde de agua. Reclamamos soluciones urgentes y de fondo. El Estado se tiene que hacer cargo. Hace años se habla de obras de la nueva toma para Iguazú y seguimos acá sin que garanticen nuestro derecho humano de acceso a lo más básico que es el agua”, sostuvo la mujer durante la movilización frente al IMAS.