Con las debidas medidas de protocolo a causa de la pandemia, ayer se llevó a cabo en el Tribunal Penal de Oberá el primer debate de este 2021. El imputado de 42 años llegó al banquillo tras un supuesto robo y ataque que habría perpetrado contra quien era su tío. Las pruebas obradas en la audiencia no fueron suficientes para que hubiera una condena.
El caso se conoció el 27 de diciembre de 2018, cuando un hombre llegó a la comisaría de Colonia Aurora prácticamente a entregarse. Tenía consigo dos machetes y una escopeta. Ante la sorpresa de los uniformados pasó a relatar lo que había sucedido.
Horas antes, en la noche del 26, Juan Osmar Dos Santos domiciliado en Pueblo Illia, se dirigió a la casa de su tío para comunicarle una triste noticia.
Por lo que se pudo saber, si bien no había una buena relación entre ambos, la situación lo ameritaba. Cuando llegó a la vivienda saludó y acto seguido le contó que su padre (el hermano de su tío), había fallecido. La fuerte noticia, sumado a malentendidos que habían ocurrido y las bebidas que el hombre mayor había consumido, hizo que no creyera lo que su sobrino vino a contarle. Pero no quedó en el asombro, sino que lo hizo encolerizar.
Intentó agredir primero con un cuchillo a Dos Santos. Este alcanzó a defenderse y tras quitarle el arma blanca alcanzó a golpearlo. No se fue del lugar, no huyó porque después de todo era su familiar a quien intentó convencer que su hermano había fallecido. Pero el hombre sacó un machete e intentó volver a agredirlo. De nuevo se desató una lucha.
Alcanzó a quitárselo pero otra vez el tío enojado por la noticia que no creía cierta salió con una escopeta, nuevamente se trenzaron en lucha y hasta debió lidiar con la intimidación del caño del arma en la boca para que se calmara. Ambos terminaron con golpes y escoriaciones que no resultaron graves, pero la situación no dio para más.
Mientras tanto, el tío le pedía ayuda a un vecino, el sobrino tomó los machetes, la escopeta y se alejó del lugar. Se fue a la comisaría a avisar que probablemente su pariente iba a necesitar de ayuda médica. Los efectivos lo demoraron y secuestraron las armas con las que había llegado.
Mil pesos
Una comisión policial constató el hecho en base a la declaración informativa que obtuvieron del tío. Este posteriormente radicó una denuncia en la que acusó a su sobrino de querer robarle mil pesos, motivo por el cual tuvo que pelear con él para que no se llevara el dinero.
Dos Santos terminó detenido con una causa penal en la que se lo imputó por “robo doblemente calificado por el uso de arma” y “portación ilegal de arma de fuego”.
La notificación para que el denunciante se presentara a la audiencia de ayer como testigo y parte acusadora fue enviada anteriormente, pero supieron que el hombre ya falleció por causas no relacionadas al hecho.
En base a la declaración del acusado, las voces de los testigos y el análisis de las pruebas obradas contra Juan Osmar Dos Santos, el tribunal, conformado por los magistrados Francisco Aguirre, José Pablo Rivero y Jorge Villalba (subrogante), debatieron la sentencia.
Al entender que no se podía acreditar que el arma fuera propiedad del acusado ni que ocurrió un robo tal como lo había expresado el denunciante, por el beneficio de la duda, dictaron sentencia absolutoria contra el imputado.