Decir Plaza 9 de Julio es imaginarme a la fuente desde la época de las tortugas. Que se ocultaban entre las piedras, chorros de agua y monedas oxidadas. Asimismo, fui testigo en varias oportunidades camino a mi trabajo a la Casa de Gobierno, observé cómo aliviaban el calor varios transeúntes y niños guaraníes chapoteaban en la misma.
Por otra parte, es sabido que desde 1871 por Decreto del Gobierno de Corrientes reservó en Posadas cuatro manzanas para construir cuatro plazas públicas, en dos de ellas se edificaron la Escuela Normal Mixta y la Fraternidad (en reemplazo del objetivo inicial) que hasta la fecha continúan funcionando y la otras dos: Plaza San Martín y 9 de Julio. Esta última, desde que tengo uso de razón, en varias oportunidades fue remozada por la gestión de turno dando una impronta diferente a la plaza y a la fuente.
Con el tiempo todo transmuta y hacia fines de la década del 2000 la fuente ubicada sobre la calle Félix de Azara casi San Martín y frente a la Gobernación de Misiones fue restaurada por completo. Se la eleva colocando aguas danzantes y un grupo escultórico de Dorados, obra del artista plástico local Eduardo Ledantes y la propuesta fue un homenaje al tigre del Río Paraná, el Dorado.
Cabe agregar que los peces fueron montados de modo que aparecen algunos saltando, otros sumergido parcialmente y otros dispuestos al ras del agua. Todo se conjuga con luces nocturnas sumergibles LED de colores diferentes completan el escenario temático.
A principios de este año nuevamente la fuente presentaba un abandono y por el tan temido dengue el municipio realiza una limpieza profunda en el interior y en la parte inferior se agrega para embellecer un jardín con plantines de flores que circundan y dan color a la Fuente de los Dorados como el común de la gente sabe llamar. Para concluir y haciendo memoria este sitio es nuestra IDENTIDAD QUE DEBEMOS PRESERVARLA.
Llegó la fiesta
Transitaba el mes de febrero a la sombra de añosos árboles nos reunimos los miembros de la Comisión Directiva de los festejos de los 100 Años del histórico barrio Miguel Lanús de Posadas a coordinar acciones a llevar a cabo hasta la fecha a celebrar.
Cabe señalar que recayó en mí la presidencia y cada miembro debía llevar adelante una acción. Como por ejemplo visitar a los vecinos con más antigüedad con vista a distinguir el día del aniversario.
Por otra parte, se realizó un concurso fotográfico que consistía en capturar imágenes representativas del lugar. Además, se llevó a cabo un certamen destinados a los establecimientos educacionales de nivel secundario donde los objetivos eran plasmar cuatro elementos representativos del barrio.
Otros miembros realizaron los domingos venta de asado a la estaca y empanadas para obtener fondos. Entre tanto el delegado municipal se encargó de realizar pasacalles que anunciaban la gran fiesta y además se encargó de elevar al intendente la nota solicitando un subsidio para costear gastos de compras y otras acciones.
En lo personal estaba muy comprometida en presentar mi libro titulado Miguel Lanús ciudad universitaria, que me llevó alrededor de cinco años de investigación y por otra parte me encargué de gestionar y agilizar las obras de la Plazoleta del fundador ubicada en la avenida Juan Domingo Perón y Krause.
Nuestro gran anhelo era inaugurar la misma el 28 de octubre. Y así con gran pasión y ahínco fuimos logrando los objetivos uno a uno tal lo trazado por los miembros de comisión y los vecinos de Miguel Lanús.
Hoy echando una mirada al pasado debo comentar con orgullo que la colaboración y el trabajo conjunto realizado no fueron en vano. Asentó un gran precedente en sus habitantes y todos los años recordamos al fundador Leopoldo Víctor Lanús en la plazoleta con una gran Fiesta.
Este año en el marco de los 150 años de la ciudad de Posadas, el intendente descubrió una placa en el sitio el día cinco de noviembre último. Lamentablemente los vecinos y familiares por razones del confinamiento no asistieron al hecho histórico.