Con el objetivo de salvaguardar la calidad del medioambiente y mejorar las condiciones de salud de la población actual y de las futuras generaciones, ingresó durante la tercera sesión ordinaria del Concejo Deliberante de Posadas una iniciativa para prohibir la utilización, entrega y expendio de sorbetes plásticos de un solo uso en la ciudad.
De aprobarse dicha iniciativa, se prohibirá el uso de los sorbetes o pajitas y se disminuirá, hasta la sustitución, el uso de los materiales plásticos cotidianamente utilizados como accesorios en la gastronomía o los que son entregados por los comercios, en forma de envases, bolsas y otros recipientes, debido a que integran el grupo de agentes contaminantes altamente nocivos que dañan los ecosistemas y empobrecen la calidad de vida de todos los habitantes en el largo plazo.
“Los sorbetes duran minutos en nuestras manos y siglos en el ambiente, además, son completamente prescindibles. Son el cuarto residuo más común después de las colillas de cigarrillos y las tapitas. A esto se le suma que son muy difíciles de reciclar y cuando se van desintegrando se convierten en microplásticos que generan un problema aún mayor”, indicó el concejal Marcelo Julien, autor de la iniciativa.
El objetivo principal es reducir el uso de plástico descartable, que, entre otros efectos, contamina de manera considerable los grandes cauces de agua. Los sorbetes son el cuarto contaminante más común que afecta las costas y el agua. Al desintegrarse, se generan partículas conocidas como microplásticos, que son ingeridas por la fauna acuática, que bioacumulan y magnifican estos materiales en la cadena alimentaria.
Este proyecto continuará otras iniciativas ambientales en Misiones como la implementación de la Ley XVI-129 que establece la prohibición del uso de bolsas de plástico y todo otro material no biodegradable, brindando protección a los ecosistemas que son afectados por la utilización de los mismos y contribuyendo a la concreción del derecho que tienen todos los habitantes a gozar de un ambiente sano, equilibrado y apto para el desarrollo humano, sin comprometer las de las generaciones futuras.
“Con pequeños grandes cambios como este, podemos ayudar a que nuestro planeta sea más sostenible, tanto para nosotros como para generaciones futuras”, cerró Julien.