Cuando preguntan en las recientes encuestas respecto a las prioridades que tienen los argentinos en su vida cotidiana aparecen desempleo e inflación en los primeros lugares y la salud en el quinto puesto.
Sin embargo, la corrupción se ubica tercera entre los problemas que percibe la sociedad como importantes (dato de estudio de enero de 2021 de Zuban-Córdoba y Asociados en todo el país).
Desde hace varias semanas, en este mismo espacio como en editoriales en diferentes días, PRIMERA EDICIÓN fue advirtiendo la existencia de una “caja VIP” para vacunar a amigos del poder. De hecho, la referencia fue directa cuando se reclamó transparencia en los datos y la información sobre cantidad y destinatarios de la Sputnik V.
La semana se terminó con un escándalo que se llevó puesto a Ginés González García en plena pandemia y con las negociaciones por más vacunas anti-COVID en constante puja por las demoras y la alta demanda mundial que tienen los laboratorios.
En este caso, se mezclan salud y un sistema corruptible en el que los “amigos” pueden saltear las reglas que tiene la población en general sin conexiones con los políticos y gobernantes de turno, para conseguir anticuerpos contra el virus que va matando a más de 50 mil personas en la Argentina y contagió a más de dos millones de personas en menos de un año, con secuelas todavía poco conocidas.
Gremialistas como Hugo Moyano (que hizo vacunar a la pareja y un hijo de 20 años con las dosis para el personal médico de un sanatorio de Camioneros); empresarios; legisladores como los ultra kirchneristas Jorge Taiana y Eduardo Valdez; y el “delator” de la maniobra Horacio Verbitsky fueron los casos hasta ahora conocidos como pacientes del “vacunatorio VIP” en el Ministerio de Salud.
El presidente Alberto Fernández (por motus propio o por decisiones del frente político) echó a Ginés a las pocas horas de conocida la cuestión. Pero, ¿qué garantiza que el sistema corruptible se haya “curado” con solamente un cambio de figuras?
Siempre quedará la duda si la designada ministra Carla Vizzotti, que tiene tanta influencia en las decisiones oficiales, efectivamente no sabía nada del trato VIP.
“Cuando estamos frente a la posibilidad de sostenernos en la vida, eso no se puede politizar. La vacuna es para bien de todos”, dijo monseñor Oscar Ojea, obispo de San Isidro y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) respecto al escándalo.
“Ahora vivimos perplejos la politización de la vacuna. La vacuna, que como el Santo Padre nos ha dicho repetidas veces, debe tener un alcance universal, nadie debe quedar sin ella, y primero merecen recibirla aquellos que tienen la responsabilidad de los cuidados esenciales”, sostuvo el prelado hace algunas horas.
Más allá de los cambios políticos, donde parece que no habrá sanción judicial con un Poder Judicial que parece seguir en modo vacaciones, no se puede dejar pasar que en cada caso de este tipo hay responsabilidades también en los beneficiados indebidamente.
Pasan los años, los gobiernos de diferentes colores políticos y el sistema sigue enfermo, en pandemia constante de desmanejos y falta de transparencia.
Al menos, esa inmensa porción de argentinos que se distancia de la clase política cada vez más, espera como gesto que los datos “real time” sean conocidos por todos y se respete el acceso a las escasas vacunas anti-COVID para quienes son más vulnerables ante el virus mortal. No sólo en la distribución nacional sino en las aplicaciones que se realizan en cada provincia y municipio donde las dosis sean remitidas.
El efecto “Foz” no deseado
Esta semana se conocerá la decisión de la Casa Rosada sobre qué pasará con la apertura de las fronteras. Aunque hubo un anticipo de funcionarios nacionales respecto a la continuidad del cierre, Misiones podría insistir ante Cancillería con datos del efecto que está sufriendo Foz de Iguazú (Brasil) con los vecinos paraguayos de la Triple Frontera que entre ellos está habilitada.
El viernes se conoció que el prefeito Chico Brasileiro decidió el toque de queda a las 11 de la noche y la suspensión de bailes, tertulias y actividades deportivas colectivas por un plazo de 14 días. Es por el fuerte incremento de demanda de internaciones en el sistema sanitario de ciudadanos paraguayos que buscan en Brasil ser atendidos por la pandemia. En el Hospital Municipal, la ocupación de las camas de Salud Pública lleva unos días al 100%. Por eso también restringió al 30% de la disponibilidad que exista en centros de salud para vecinos paraguayos.
Mientras tanto, pidió a las autoridades nacionales la instalación de una barrera sanitaria en la Aduana Brasileña del Puente de la Amistad, que la une con Ciudad del Este. La intención será requerir a las personas que demuestren no poseer el coronavirus para ingresar a Brasil, mediante examen de RT-PCR negativo, realizado en las 72 horas previas.
“Esta situación demuestra que no se trata de un problema principalmente económico por las asimetrías sino sanitario. De haber abierto, es probable que a Misiones le hubiera sucedido lo que a Foz. Tal vez, esos ciudadanos paraguayos que no cuentan con la infraestructura de salud se hubieran volcado más hacia la Argentina incluso, por la gratuidad del sistema”, explicó un funcionario a este Diario.
Respecto a los beneficios económicos prometidos por segunda vez por Matías Kulfas (ministro de Desarrollo Productivo), el mismo dirigente oficialista recordó que “Alberto quedó en deuda con los misioneros y todavía no tuvo un gesto de compensación como se esperaba. La palabra empeñada es ley para los misioneros desde que gobierna el Frente Renovador y esa premisa no parece ser igual de importante para el Presidente”.
De las aerosillas al barco de “Balero”
Esta semana fue primicia de PRIMERA EDICIÓN que removerán las cuestionadas y polémicas aerosillas (que se estima costaron 12 millones de pesos en la gestión de Maurice Closs como gobernador y Sergio Dobrusin como subsecretario de Planeamiento Estratégico) del Parque Provincial Salto Encantado. Incluso, ya existe un proyecto más “amigable” con el medioambiente a ejecutarse para mejorar las instalaciones de esta reserva y atractivo turístico.
Sin embargo, mediante un pedido de informes del diputado Gustavo González (UCR Eldorado) se volvió a preguntar qué se hará con el famoso barco gigante que es visible a un costado del muelle de embarcaciones de Puerto Iguazú, abandonado hace casi 8 años a su suerte (y “rescatado” de perderse en aguas del río en cada tormenta).
Fue adquirido en la gestión del también clossista Eduardo “Balero” Torres como presidente del organismo del juego y González cree que costó alrededor de 250 millones de pesos. Iba destinado a ser un barco-hotel-casino en el tan promocionado “Mini Las Vegas” del juego, complementado con proyectos hoteleros, canchas de golf (que sacaron a una comunidad mbya guaraní de las 600 hectáreas y luego les permitieron volver); entre otros.
Según pudo saber este Diario hubo algunos interesados en hacerse cargo de la mole de acero abandonada pero, al poco tiempo desistieron.
Mientras tanto, hoy sólo sirve como “monumento” a la ambición de funcionarios que proyectaron en grande con el dinero de los misioneros, sin pensar en el futuro cercano. Como las viejas aerosillas calificadas de “inviables” cuando se decidió su desmantelamiento.