Pol Páez nació en Capital Federal pero se considera “misionero por adopción”. Cuando tenía tres años sus padres decidieron mudarse a Misiones, de donde es su familia materna y allí transcurrió su infancia y adolescencia.
La primera mitad de su vida la vivió en Puerto Rico y “una de las cosas que más me gustaba era ir al arroyo, no podía esperar al domingo después de almorzar para entrar al agua. Otra cosa que recuerdo es salir con la bici y andar por todos lados con amigos, sin ninguna preocupación. Eso es algo que se extraña”.
Al finalizar el colegio, con 17 años se mudó a Rosario donde se dedica a lo que le apasiona: la música. “Siempre me fascinó la música y el audio. Uno de los primeros recuerdos que tengo es estar escuchando ‘The Dark Side of the Moon’ de Pink Floyd en un equipo de música con los parlantes en el piso, enfrentados, mirándose entre sí y yo acostado en el medio como en una especie de auricular gigante. Ponía ‘repeat all’ y estaba horas tirado ahí, el sonido envolvente me volaba la cabeza”.
Y si bien no le gusta encasillarse en un estilo musical. De todas formas, “lo que hago está más relacionado al rock alternativo. Me atraen muchas cosas y creo que eso se ve reflejado en mi música y proyectos de colegas donde participo, ya sea como productor o técnico de grabación y mezcla”.
Después de estudiar composición musical en la Universidad Nacional de Rosario realizó la carrera de sonido en la Escuela Técnica de Sonido Profesional (CETEAR).
En el 2010 creó “El Patio de Atrás” que es “el sello a través del cual canalizo mis producciones”. Y explica que “muchos de los discos que grabé y produje son de artistas de Misiones”.
Para Pol, una de las mayores satisfacciones que le da la música es viajar y conocer músicos de todas partes. “En estos tiempos no fue posible por la cuarentena pero estar encerrado fue el impulso que me faltaba para encarar mi proyecto solista. No poder ensayar durante meses y estar confinados me ayudó a cerrar ideas que tenía hace tiempo”.
Fue así que durante el 2020 dio vida a tres temas con sus respectivos videos: dos propios y una versión de Total Interferencia de Charly y Spinetta. “Todo hecho 100% en mi casa”.
Pero, además de sus canciones como “Pol” es bajista y vocalista de Somnaluba, “banda con la que tenemos tres discos de estudio y muchos viajes por todo el país”.
Somnaluba nace en la ciudad de Rosario, “el nombre es un juego de palabras: Somna viene de somníferos y Luba es una civilización de África. Nos gustaba esa idea de Ciudad Dormida”, detalla Pol a la Revista SextoSentido.
La banda tiene tres discos editados: Sintético (2010), Simple (2015) y Cínico (2019). Este último es en realidad la primera parte de la obra completa con siete de las 14 canciones que va a tener en total. “Actualmente estamos trabajando para cerrar la segunda parte con las siete restantes que esperamos salgan durante este año”.
Con Somnaluba tocaron en Misiones varias veces, “la última vez fue en Puerto Rico en el festival RicoRock donde compartimos escenario con Carajo y Massacre. Fue una experiencia increíble y hermosa. Además, para mi hermano Hernán (guitarrista de Somnaluba) y para mí, fue una doble emoción estar tocando en la ciudad que nos vio crecer”.
En estos momentos Pol vacaciona en Misiones. Pero no da “tregua” y planifica sus nuevos trabajos: “Tengo ganas de quedarme a grabar y mezclar las nuevas músicas que están trabajando bandas amigas como Vivac, Guerrapé, Araucaria y algunos proyectos a confirmar. Todas bandas con mucha polenta y compromiso”.