Querellantes y distintas organizaciones sociales repudiaron durante las últimas horas la publicación en Internet, por parte del Arzobispado de La Plata, de la identidad de una víctima de abuso sexual cuyo presunto victimario es el sacerdote católico Raúl Anatoly Sidders.
La identificación de la joven de 27 años fue realizada hace pocos días (19 de diciembre) en el portal o página oficial del arzobispado platense en una publicación con carácter informativo, en la que las autoridades religiosas descargaban responsabilidades sobre la acusación penal que enfrenta Sidders, cura capellán de Gendarmería en Puerto Iguazú desde abril hasta octubre de 2020, mismo lapso en el que dio misas y estuvo en contacto con sectores vulnerables, funciones que inició secundando al actual obispo de Iguazú, Nicolás Baisi el año pasado.
La revictimización en la que habría incurrido el Arzobispado de La Plata fue cuestionada de inmediato por diversas asociaciones u organizaciones sociales, tal el caso de “Iglesias sin Abusos” (ISA) que repudió “enérgicamente la publicación de los datos de la joven que valientemente denunció al sacerdote Sidders por abuso sexual agravado y corrupción de menores durante su infancia (…) Encubriendo una vez más al abusador, como lo viene haciendo desde el primer día, el Arzobispado decidió publicar el nombre, apellido y demás datos de la sobreviviente que decidió romper el silencio y hacer público el calvario vivido en el colegio San Vicente de Paul”.
Agregaron en un documento al que PRIMERA EDICIÓN tuvo acceso, que constituye un “acto de intimidación de la Iglesia Católica hacia la denunciante. La publicación de este documento atenta contra su privacidad y la deja totalmente expuesta”.
“Exigimos que se dé de baja inmediatamente ese posteo y que se brinde novedades lo más pronto posible acerca de la investigación canónica a Raúl Sidders que fue supuestamente iniciada el pasado 6 de octubre y de la que aún, cinco meses después de radicada la denuncia que lo imputa, nada se sabe”.
El 30 de noviembre pasado, el juez de Garantías platense, Carlos Agustín Crispo hizo lugar al del pedido de detención de Sidders por parte del fiscal Álvaro Garganta, titular de la Unidad Funcional de Instrucción 11 de La Plata. Sidders está acusado por delitos contra la integridad sexual presuntamente cometidos cuando se desempeñaba como docente y confesor en un colegio privado de la capital bonaerense.
La acusación corresponde al caso de una niña, alumna del San Vicente de Paul entre 2004 y 2008. La imputación es por “abuso sexual gravemente ultrajante por su duración en el tiempo y circunstancias de realización doblemente agravado”.
Garganta en el pedido de detención detalló que el sacerdote abusó de la menor “a quien hacía colocar sus manos en los bolsillos de la sotana y sentir su pene erecto, situaciones que acaecían en el patio de la institución y durante los recreos que provocaron un grave daño en la salud mental de la niña”.
“En las habituales ocasiones en las que le recibía el sacramento de confesión corrompió a la menor mediante explicaciones personalísimas sobre cómo masturbarse, realizar sexo oral y mantener relaciones sexuales con acceso carnal con su novio”.
Tras ser detenido, el juez Crispo le otorgó el beneficio de arresto domiciliario con pulsera electrónica a Sidders mientras avanza el proceso. Medida que cumple en la vivienda de un familiar directo en provincia de Buenos Aires.