La fecha para elegir a un nuevo jefe de Gobierno, anunciada esta semana por el presidente Frank-Walter Steinmeier, marcará también el destino de la Unión Europea (UE), en la que los alemanes mantienen una fuerte presencia por ser la principal economía del bloque comunitario.
El día de los comicios fue fijado en medio de la pandemia de coronavirus que sufre Alemania, donde Merkel con su política de confinamiento acrecentó sus índices de popularidad, asesorada por el científico alemán Christian Drosten.
Según el Instituto Robert Koch (RKI), la agencia gubernamental encargada del control de enfermedades infecciosas, un total de 1,3 millones de personas se contagiaron de COVID-19, y hubo más de 21.400 muertos.
En enero, la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de Merkel tiene previsto celebrar un congreso del partido, donde se elegirá a un nuevo presidente y candidato a canciller.
La jefa del Gobierno alemán, de 66 años, apodada la “canciller eterna”, está actualmente al frente de una coalición conformada por la CDU, su socio bávaro, la Unión Social Cristiana (CSU), y el Partido Socialdemócrata (SPD).
De todos modos, ya confirmó que no se presentará para ser reelegida. Se cree, también, que abandonará la vida política.
Merkel, licenciada en física, está completando su cuarto periodo desde que fue elegida el 22 de noviembre de 2005, con el que finalmente igualará la gestión de Helmut Kohl (1982-1998), quien permaneció 16 años en el Gobierno.
Hace dos años, la canciller anunció que se retiraba de la presidencia de la CDU.
“Desde mi punto de vista la salida de Merkel representa la disminución de la importancia relativa de Alemania en Europa, así como el crecimiento de Francia”, dijo a Télam Paulo Botta, director del Programa Ejecutivo en Medio Oriente, de la Universidad Católica Argentina (UCA).
Para este analista, Berlín “se va a centrar en temas domésticos y da la sensación de que París será el actor europeo exterior por excelencia. Su postura en (la guerra civil de) Libia, el Cáucaso (Nagorno-Karabaj) y Turquía así lo demuestran”.
En 2015, en medio de una crisis humanitaria, Merkel abrió las puertas de Alemania para recibir a cientos de miles de refugiados que migraron de Siria, Irak o Afganistán.
En aquellos días, la ultraderecha representada por el partido Alternativa por Alemania (AfD) trató de capitalizar el descontento social y los miedos por la inseguridad causados por la inmigración.
Una encuesta realizada en noviembre por el instituto demoscópico Forsa señaló que la alianza de Merkel cuenta con un 37% de intención de voto, mientras que los socialdemócratas suman el 15%.
Por otro lado, los Verdes contarían con un 21% de respaldo, la izquierda (DIe Linke) el 8%, en tanto que AfD tendría el 7% y el Partido Liberal 6%.
Para algunos analistas, el pragmatismo de Merkel ha servido como un contrapeso frente a las políticas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, o su contraparte ruso, Vladimir Putin, por lo que los liberales la consideran “la líder de la libertad en el mundo”, según informes de la cadena France24.
La carrera por su sucesión ya empezó en Alemania. La influyente dirigente Annegret Kramp-Karrenbauer fue elegida presidenta de la CDU, el 6 de diciembre de 2018, después de 18 años de liderazgo de Merkel.
El 10 de febrero de 2020, sin embargo, Kramp-Karrenbauer renunció a la presidencia de dicho partido, luego de que varios diputados conservadores votaran en el parlamento regional de Turingia con los de la ultraderechista AfD, en favor de un nuevo presidente en ese estado federado.
Hoy, hay por lo menos tres aspirantes para suceder a Merkel.
Ellos son: Friedrich Merz, favorito para liderar la CDU, Armin Laschet, primer ministro de Renania del Norte-Westfalia, y Norbert Rotgen, exministro de Medio Ambiente.
Por otro lado, el primer ministro de Baviera, Markus Soder, líder de la conservadora CSU, va creciendo en las encuestas, según informes de la la prensa alemana.
Los socialdemócratas, socio minoritario en la coalición actual, tienen a Olaf Scholz, el centrista ministro de Finanzas, como la cabeza de un partido que algunos informes le otorgan el 16% de los votos.
La ultraderechista AfD, que en las elecciones de 2017 obtuvo el 12,6% de los sufragios no tiene posibilidad de formar ninguna coalición de Gobierno, según informes del diario español El País.
Para algunos analistas, la sorpresa de las próximas elecciones alemanas la pueden dar los Verdes, el partido ecologista que acumula una elevada popularidad desde hace meses.
Fuente: Agencia de Noticias Télam