El caso de la beba que se creía fue muerta a golpes y violada, por el cual fueron detenidos sus padres, dio un nuevo giro al conocerse la autopsia, la que reveló que “no presenta traumatismos” y que “las lesiones en sus partes íntimas no serían compatibles con abuso sexual”, informó una fuente.
La investigación se calificó judicialmente y en forma preventiva como “muerte indeterminada” hasta que se conozcan en forma fehaciente las causas del deceso.
En ese sentido un vocero precisó que desde el Juzgado de Instrucción 2 de Oberá, a cargo del magistrado Horacio Alarcón, se ordenó en forma urgente “un examen forense complementario”, el que estará a cargo de dos médicos.
Mientras tanto, se supo que los progenitores de la víctima, una joven de 20 años y su pareja de 39, continuarán tras las rejas hasta que se resuelva su situación procesal.
Tal como publicó PRIMERA EDICIÓN, el caso tomó trascendencia a las 14 del pasado viernes, luego de un llamado telefónico a sede policial denunciando que en una vivienda del barrio “Exruta 14” de Campo Grande, había una menor de tan sólo ocho meses en grave estado. Cuando los efectivos policiales arribaron al lugar notaron de inmediato la presencia de una joven con una pequeña en brazos, que desesperada suplicaba ayuda porque la beba no reaccionaba.
Como no constataron signos de vida, de manera urgente la trasladaron al hospital local donde la médica de guardia confirmó el deceso e identificó a la víctima, pero también alertó que la beba presentaba lesiones anales y vaginales, por lo que solicitó de inmediato una autopsia y que se amplíe la información a la Comisaría de la Mujer bajo la presunción de que se trataba de un posible caso de “violación seguida de muerte”.
Nuevo examen complementario
El juez ordenó que los presuntos autores permanezcan aislados mientras se elabora el sumario policial y se concreta la autopsia en la Morgue Judicial de Posadas, para luego ser llamados a indagatoria.
Por el momento solamente se realizó la mencionada necropsia, la que arrojó dudas respecto al primer parte médico, donde se afirmaba que existían numerosos traumatismos en distintas partes del cuerpo, incluida las zonas genital y anal de la víctima.
Ante esta diferencia marcada de diagnósticos médicos el magistrado solicitó un nuevo examen complementario al cadáver, para dilucidar causa de muerte y determinar si existió abuso sexual como se presume.
La beba nació prematura (con cinco meses de gestación y sólo 850 gramos) el 24 de diciembre pasado, pocos minutos antes de Navidad, en el mismo centro de salud donde se constató su óbito. Los tres hermanos restantes de la criatura, tres niños de 7, 5 y 3 años, quedaron al cuidado de una de sus abuelas.