
La Casa Rosada ya avisó que será difícil llegar a un equilibrio fiscal durante la pandemia, ya que se va a “seguir impulsando la economía, utilizando el gasto público como un acelerador”. Es decir, mediante emisión monetaria y sin ningún ajuste en la estructura de gastos.
La definición -como la que hizo referente a la necesidad de profundizar el cepo al dólar- fue de la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca, quien auguró un 2021 en similares condiciones “aunque con menor déficit que este”.
Son las habituales opiniones de funcionarios que se siguen resistiendo a un plan económico capaz de marcar un rumbo, dejando en la práctica una reacción al día a día de la crisis con las ocurrencias que tenga el equipo de Alberto Fernández.
Uno de los problemas que enfrenta la gestión del Frente de Todos es la continua reducción de ingresos por impuestos que recauda la AFIP, dado el contexto durísimo que les toca vivir a los privados que sobrevivieron a la cuarentena por el virus de COVID-19.
En el mes de agosto, la recaudación quedó entre 7 y 8% por debajo de la inflación. Aún cuando se produjo un incremento comparado con el mes anterior, gracias a algunos vencimientos que apuntalaron el ingreso de recursos a la Nación. Esa caída se termina trasladando en efecto “cascada” a las provincias, donde la coparticipación no modificó su precipitación negativa durante los últimos cuatro meses, en la gran mayoría de los casos.
La buena noticia de la semana para las desgastadas finanzas argentinas, fue la confirmación que la casi totalidad de los bonistas aceptó el canje de la deuda externa con el país, dando un poco de oxígeno a la crisis. Más allá que el Estado no iba a poder pagar nunca tantos miles de millones de dólares en default.
Reclamos en la emergencia
Mientras los principales sindicatos negociaron o se encuentran intentando definir las paritarias con los sectores privados, en Misiones hubo reclamos salariales de dos sectores que se mostraron más combativos en las calles y rutas.
Aunque los docentes protagonizaron diferentes cortes en toda la provincia, no tuvieron el efecto que consiguieron los policías y penitenciarios con su movilización de martes y miércoles pasados.
El personal de seguridad provincial, un área sensible para la población y el cuidado de los límites en tiempos de COVID-19, se apostó frente a la Jefatura de Policía para pedir una mesa de negociación.
El jefe de la fuerza, Zenón Cabrera, no supo reaccionar a tiempo para evitar dos días de máxima tensión, que empezó con retirados y familiares del personal activo y sumó a efectivos de diferentes puntos de Misiones. En la renovación no son pocos los que entendieron que el Comisario General debió mostrar mayor capacidad de diálogo para evitar la movilización masiva a Posadas.
Sin pedidos de renuncia a la vista, como se dejó trascender en medio de la protesta como si la misma hubiera sido para echar al Jefe, Cabrera deberá intentar retomar la gestión después de este desgaste institucional.
En general, los policías de Misiones consiguieron subas muy importantes en sus sueldos que beneficiarán tanto a activos como retirados y los ya jubilados. Subas que significan entre un 35 y más del 60% de acuerdo a la jerarquía y antigüedad. De hecho el básico se duplicó para los integrantes de las fuerzas.
La respuesta del Gobierno, a fin de canalizar el diálogo y llegar a la firma del acta respectiva, permitió no repetir hechos de la gravedad como los vividos en febrero de 2012, en la que hubo acuartelamiento y toma de dependencias.
Desde la sociedad, que en gran parte apoyó el pedido de aumento, ahora se les reclama a los policías una mayor eficiencia en la lucha contra la inseguridad en las calles de las ciudades y pueblos.
En la Rosadita misionera advirtieron que la actualización salarial de grupos numerosos como policías y docentes, demandará muchos recursos que tenían por destino obras o equipamientos.
“El reclamo salarial puso las finanzas provinciales en una situación de alarma ya que no son infinitas y, en los últimos años, los recursos fueron cada vez más escasos. El Gobierno se ha caracterizado por tener un manejo muy responsable de sus finanzas, siendo muy consciente de que son insuficientes y, un manejo irresponsable de las mismas con los fondos salariales, podría llevar a la provincia a tiempos difíciles. El dinero tiene límites”, indicó un referente interno renovador.
El turno de los docentes
Sin dejar de reconocer la legitimidad de los pedidos, el oficialismo espera poder resolver en parte, en los próximos días, las demandas docentes sin que se endurezcan los reclamos.
Los más “duros” se volverán a reunir el martes en Dos de Mayo con propuestas varias de profundización de las medidas de acción directa.
Tal vez, el esperado llamado al diálogo con una propuesta salarial, para no repetir la experiencia reciente de la Mesa educativa, llegue antes de esa fecha.
Como similitud con el conflicto de la Policía, el Gobierno Educativo no parece tener referentes fuertes que sean capaces de resolver el reclamo, sin llegar a mayores niveles de tensión, como puede ser la toma de oficinas públicas, acampes en Posadas, por mencionarse algunas de las medidas que se encuentran en análisis de los autoconvocados y gremios que no conforman la mesa de diálogo frecuente.
Un paso importante -en el sentido de aflojar las tensiones-, fue el llamado del IPS y el Ministerio de Hacienda provincial para que los referentes de Marea Blanca (maestros ya jubilados) se sienten a debatir los reclamos, particularmente vinculados a la deuda de movilidad.
Ahora los autoconvocados y la UDNAM esperan un gesto similar del Consejo y Ministerio de Educación.
Paralelamente, los tres sindicatos docentes enrolados en la CGT de Misiones se reunirán mañana lunes a las 10.30 para fijar postura respecto de un paro virtual de actividades. Entre esos gremios están referentes que forman parte de la Mesa de Diálogo con Educación que salieron molestos de la última reunión en el Centro Cívico, ya que no hubo oferta salarial.
¿Más cerca de la rebaja de impuestos para Misiones?
Esta semana Oscar Herrera Ahuad jugó fuerte con el pedido al presidente Alberto Fernández, para obtener una importante rebaja en impuestos como IVA o Ganancias como en aportes patronales. El objetivo es dotar de competitividad a las empresas de la tierra colorada frente a la competencia que significan Brasil y Paraguay.
Aprovechó una reunión del mandatario nacional con los gobernadores para informar la gestión de la deuda externa para encontrarse a solas en la Casa Rosada con Fernández, al que dejó un petitorio con una docena de cuestiones.
Además del trato preferencial impositivo, Herrera Ahuad le pidió una zona especial aduanera. En la idea propuesta se busca reducir impuestos nacionales para lograr mayor competitividad y triplicar las exportaciones en pocos años. Además se mejoraría la competitividad de la economía misionera logrando reducir la compra masiva en los países vecinos de Paraguay y Brasil.
En el equipo técnico del Gobernador aseguran que la Nación avanzaría no por querer dar a Misiones la medida, sino por conveniencia para las finanzas nacionales. Hablar de un “doble beneficio”: ingresan dólares a la economía del país por el incremento de las exportaciones primarias y se frena la fuga de dólares reduciendo las compras en el exterior.
Se estima una ganancia de mil millones de dólares por año. Esta situación, en un contexto donde la Nación precisa billetes verdes con urgencia, es lo que está llevando a considerar con muchas posibilidades este plan elevado por el gobernador Oscar Herrera.
El martes, el presidente Fernández giró a Martín Guzmán la iniciativa de Misiones para dictaminar. Mientras la Provincia rehace la agenda con el ministro de Desarrollo Productivo Matías Kulfas, quien postergó dos veces una teleconferencia con empresarios y Herrera para hablar de la cuestión.




