El crimen que ocurrió en septiembre del año pasado en el centro de esta capital y que llamó la atención por sus ribetes familiares, tiene al acusado en libertad. Y mientras la fiscalía insiste en que debe volver a prisión, entre apelaciones y recursos, el que terminaría por definir el arresto o no, sería el Superior Tribunal de Justicia (STJ) de Misiones.
El homicidio ocurrió durante la madrugada del domingo 16 de septiembre. La víctima, Roberto Andrés Ríos (58), había sido atacado en la vereda de la casa de su suegra, ubicada sobre calle Sarmiento, por su cuñado, según indicó la investigación.
Ríos murió desangrado en pocos minutos mientras que su agresor fue detenido mientras escapaba por la calle Entre Ríos rumbo a su domicilio presuntamente, pero con su camioneta blanca manchada con sangre hasta en la puerta.
Quedó en prisión desde ese mismo momento y el juez de Instrucción 3, Fernando Luis Verón le dictó la imputación bajo la calificación provisoria de “homicidio simple”.
El supuesto autor, entonces de 61 años, primero fue trasladado al Hospital Madariaga para que recibiera curaciones por un corte en el rostro. Fue alojado en una celda común y mientras la familia no salía del asombro por el sangriento episodio, su defensa comenzó a plantear recursos legales para que quedara en libertad a causa de problemas de salud.
Casi cuatro semanas después y con las certificaciones pertinentes de la patología esgrimida, el magistrado le otorgó la prisión domiciliaria. Problemas cardíacos fueron comprobados con certificados médicos que incluían intervenciones específicas para aliviar dolencias en el corazón. Además, la excarcelación fue sustentada con requisitos de arraigo que fueron dispuestos por el juez Verón.
En la causa se sumó una parte de la familia en el rol de querellante. Se opusieron a esta prisión domiciliaria. El abogado patrocinante había argumentado en su momento un “peligro de fuga”. En este sentido y principalmente, la fiscal Adriana Herbociani había apelado la libertad otorgada.
Tal como adelantó PRIMERA EDICIÓN, la gravedad del delito y la presunción de entorpecimiento de la investigación y hasta de una fuga, fueron los fundamentos para solicitar rever el beneficio.
Luego de analizar los pormenores del caso, la Cámara de Apelaciones revocó la excarcelación dictada por el juez de instrucción. Ese fallo obligaba a que el acusado regrese a prisión, sin embargo la defensa rápidamente interpuso un recurso de Casación para que no se hiciera lugar a esta decisión.
Ahora todo quedó en manos del Superior Tribunal de Justicia, quien definirá si el imputado podrá permanecer en libertad mientras prosigue la investigación y eventualmente aguardar el juicio sin volver a estar tras las rejas.
Aún resta probarse que efectivamente el acusado haya actuado de forma premeditada para atacar a Ríos. Justamente su defensa señaló que lo sucedido fue un acto de “legítima defensa” en el marco de una pelea que tuvo con su cuñado.