Los municipios del interior de la provincia tienen o tuvieron una o más personas que se dedicaron a rescatar su historia. Si no fuera por ellas, que cumplen esa labor desinteresadamente y por amor a mantener la memoria de un terruño, los pueblos perderían sus orígenes, sus historias y su esencia.
Muchas de esas personas no son oriundas del espacio sobre el que escriben, sino que lo adoptaron como su “lugar en el mundo”, y de esa manera, su entrega es total.
Tal es el caso de Hilda Cristina Gadea, en la localidad de San Pedro. Una docente que llegó desde Entre Ríos, muy jovencita y se enamoró de ese pueblo, de su gente y de su historia.
Entregó todo por fortalecer la cultura y rescatar los orígenes de sus pobladores. Fue cofundadora de la primera radio de la Capital de las Araucarias, del Museo del pueblo, escribió el primer libro sobre la historia de San Pedro y muchos sanpedrinos fueron sus alumnos en la escuela primaria. También fue concejal, Juez de Paz suplente y era la que conducía los actos patrios y del pueblo.
Por su labor, desinteresada en lo económico, pero sí elocuente y apasionada por la comunidad, le valió que el Concejo Deliberante la declare “Ciudadana Ilustre”. Lastimosamente para la comunidad, se produjo a pocos días antes de su fallecimiento, y no lo pudieron disfrutar como tal. “El 3 de mayo de 2012 el Concejo Deliberante declaró a Hilda Gadea Ciudadana Ilustre de San Pedro, y el 17 de mayo de ese mismo año falleció a los 67 años de edad”, señala su biografía.
Hilda Cristina Gadea nació el 8 de diciembre de 1948 en la ciudad de Crespo, en la provincia de Entre Ríos. Con sólo 17 años se recibió de maestra en el Instituto Sagrado Corazón de su ciudad natal. Muy jovencita y con sus sueños intactos salió a buscar nuevos horizontes para su vida.
En 1964 llegó a Misiones y su primer destino laboral fue Salto Encantado, en Aristóbulo del Valle. Allí conoció a Carlos Guimaráez Añais, con quien se casó y formó su familia. En 1967, su destino y vida familiar la llevó a San Pedro, donde se radicó definitivamente.
La nueva familia, afincada ya en San Pedro dio sus frutos, pronto llegaron sus retoños, hoy hombres orgullosamente sanpedrinos, Raúl, Hugo, Alejandro y Ernesto. En esa época en una comunidad chica un docente y un comerciante eran personas muy conocidas, reconocidas por su trabajo y destacados dentro de la sociedad. Eso le dio la trascendencia y el protagonismo al nuevo matrimonio.
En su actividad profesional, Hilda, se desempeñó como maestra de grado en el Instituto San Francisco, de San Pedro, entre 1964 y 1990. Pero su vida docente la llevó a ser vicedirectora de ese colegio hasta el año 2000 cuando se jubiló. La jubilación no fue un motivo para bajar los brazos y tener una vida más sosegada. Le permitió seguir en sus actividades alternativas que las hacía con mucha pasión y esmero, la de historiadora, por ejemplo.
En los escritos de la biografía que facilitaron sus familiares, su hoja de vida indica que “en su interés por el pasado, y con ayuda del sacerdote Redentorista, Mariano Kiernaski, realizaron un intenso trabajo de rescate cultural, buscando en archivos y bibliotecas, visitando familias con historia, organismos públicos y reservorios privados o estatales. Es así que en 1985 le dieron forma al Museo Histórico Cacique Bonifacio Maydana, que tomó entidad municipal en 1987”.
Su currículum también muestra que Hilda tuvo un protagonismo muy importante en la política. Fue concejal entre 1995 y 1999 por el Partido Justicialista y ocupó el cargo de vicepresidente del cuerpo deliberativo. Su personalidad y ascendencia social le permitieron ser nombrada Juez de Paz suplente.
En 1990 creó y puso en el aire FM María Reina, la radio del Obispado de Iguazú que funcionó en la parroquia San Pedro Apóstol. Su hijo Raúl Añais contó orgulloso sobre la labor de su madre. “Fue fundadora de la primera radio FM de San Pedro, ella fue la impulsora de la radio María Reina de la parroquia de San Pedro Apóstol y del Obispado de Iguazú, una herramienta muy importante para la comunicación para esa parte de la Zona Norte en ese tiempo”.
Ya jubilada, se dedicó a dar forma el libro que ella se propuso concretar. En su biografía aseguran que es el legado más importante para la comunidad sanpedrina. “Sin duda alguna, su legado más importante es el libro “Historia de San Pedro”, producto de su arduo trabajo de recopilación, ensayos y testimonios, impreso en 2007, con 1.000 ejemplares”. Hasta ahora el único libro sobre la historia de San Pedro. Actualmente hay varios proyectos en marcha de jóvenes que buscan relatar la historia de San Pedro.
Su hijo se refirió también a la pasión por rescatar su historia. “En esa búsqueda de la historia de San Pedro recorrió lugares donde podía encontrar algo referente de la historia. Recorría chacras, visitaba a los vecinos más antiguos y rescataba historias de la gente que hizo esta ciudad. Rescataba piezas y elementos históricos y significativos que ahora están en el museo.
Entrevistaba a los descendientes de los pioneros y fundadores de San Pedro para que le cuenten esas historias que ella luego trasladó al libro “Historia de San Pedro”.
Su familia era parte de su trabajo de investigación. Cada vez que salía a visitar a algún vecino o lugar, sus hijos la acompañaban. Por eso lo que cuenta Raúl es como la voz de un testigo presencial del trabajo de su madre.
“Un día dimos con el Cacique Bonifacio Maydana, que es uno de los fundadores de San Pedro, y el museo lleva su nombre. Ella lo encontró en un ranchito, estaba abandonado. Después de ese hallazgo se le dio un lugar digno y se lo atendió hasta el día de su muerte. Él fue uno de los que más aportó historia y temas para el libro que escribió mi mamá”.
Otro reconocimiento que recibió por su labor de historiadora fue por la Junta de Estudios Históricos de Misiones. “La Junta de Estudios Históricos de Misiones la nombró miembro, en reconocimiento a su labor investigadora, presidió jurados de los “Encuentros del Saber”, presentó su libro en las Jornadas Culturales sobre Colonización de Misiones en el Instituto Superior Antonio Ruiz de Montoya”.
Otro legado no menos importante para la comunidad de San Pedro es el “Museo Bonifacio Maydana” que ella fundó. Su hijo Raúl contó que “ella fue la iniciadora y fundadora del museo de San Pedro, “Bonifacio Maydana”, que comenzó a funcionar en un local de mi padre, en 1980, sobre la avenida Güemes. Después se habilitó donde es la ´Casa Histórica de Gendarmería Nacional´ y ahora, por último, en El Centro Cultural de San Pedro”.
Raúl Añais, hijo mayor de Hilda Gadea, se refirió a su madre como una persona apasionada por su trabajo de docente, como historiadora y por el aporte que hizo a la sociedad de San Pedro. “Siempre fue una persona muy dedicada a todo lo que era la educación y la cultura.
En todos los actos patrios y por el aniversario que se hacían en San Pedro ella era la que conducía las ceremonias. Siempre estuvo dispuesta para ayudar y organizar las celebraciones. También participó en las comisiones y fue parte activa de lo que tiene que ver con la historia de San Pedro.
Le apasionaba dejar escrito la historia de San Pedro. Era entrerriana, pero adoptó a San Pedro como su lugar para vivir. Aquí descansan sus restos”.
En el tintero
hilda tuvo un protagonismo importante en la política local. Fue concejal entre 1995 y 1999 por el Partido justicialista y ocupó el cargo de vicepresidente del cuerpo deliberativo.
En esa búsqueda de la historia de San pedro, Recorría las chacras, visitaba a los vecinos más antiguos y rescataba historias de la gente que pobló y ayudó a engrandecer a la localidad.
fue la iniciadora y fundadora del museo “Bonifacio Maydana”, que comenzó a funcionar en un local de su esposo en el año 1980, sobre la avenida Güemes, de San Pedro, y que después cambió de lugar.