En una rueda de prensa Juan Guaidó se mostró respetuoso de la posición que mantiene el presidente Alberto Fernández y apostó por que el Gobierno interceda ante el régimen de Nicolás Maduro, aunque al mismo tiempo recordó críticamente el asilo que le dio la Argentina al depuesto presidente boliviano, Evo Morales, a quien comparó con el mandatario venezolano.
“Estoy seguro de que Argentina puede ayudar a que la dictadura entienda que la única alternativa que tiene es generar garantías para una elección presidencial realmente libre”, afirmó el titular de la Asamblea Nacional, a quien algunos países reconocen como presidente interino de Venezuela.
El dirigente opositor al gobierno de Maduro agregó: “Creo que la labor de Argentina puede ser clave para, en algún momento, destrabar… o que reciban a Maduro como recibieron a Evo Morales”.
“Yo entiendo la posición del presidente Alberto Fernández y la respeto. No vamos a meternos en la política interna ni de Argentina, ni de España ni de ningún otro país que esté respaldando el proceso de recuperar la democracia en Venezuela”, subrayó Guaidó al inicio de su exposición.
Además, señaló que “es evidente que la vicepresidente argentina (Cristina Kirchner) tuvo relación directa con el madurismo y el chavismo” y dijo entender “la compleja situación ahí”.
No obstante, destacó que al mismo tiempo los referentes del gobierno de Fernández “han sido muy claros con que hay una emergencia en Venezuela, que hay que buscar solución a la crisis y también rechazaron lo que sucedió el 5 de enero en la Asamblea Nacional”.
Si bien Fernández evitó hasta el momento calificar como una “dictadura” al gobierno de Maduro, sí cuestionó en duros términos diversos aspectos y destacó el informe de la comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, que alertó sobre detenciones ilegales y torturas en Venezuela.
Días atrás, en una entrevista con el diario francés Le Monde, Fernández dijo estar “muy preocupado por la situación humanitaria” en Venezuela y agregó: “Estamos en presencia de un gobierno que ha tomado decisiones arbitrarias, que ha puesto en peligro el estado de derecho y hay una crisis de convivencia democrática”.
El jefe de Estado aclaró que no está a favor de una “intervención externa” pero también señaló que que “nada de lo que se ha intentado hasta ahora ha servido”, al tiempo que subrayó que comparte con su par francés, Emmanuel Macron, la visión de que “son los venezolanos los que deben decidir su futuro”.
