
El primer problema surgió cuando el acueducto de impulsión de agua cruda que va desde la balsa del río Paraná hasta la planta potabilizadora, se rompió el domingo en horas de la tarde iniciando el trabajo de reparación que se extendió hasta las 22 horas aproximadamente, pero al otro día se volvió a romper lo que hizo que el personal técnico de la cooperativa tenga que volver a intervenir.
“Este es un acueducto crítico porque hay mucho desnivel desde el río hasta la planta potabilizadora y la presión que se genera es realmente mucha, sumando una subida muy empinada en un sector que hace que realizar una reparación también sea muy complicada”, explicó a PRIMERA EDICIÓN el gerente de la institución, Mauricio Rosenbach.
Solucionado ese inconveniente, el miércoles por la tarde, se rompió el acueducto de impulsión de agua potable que va desde la planta hasta el sector número 1, que son las cisternas ubicadas detrás de edificio administrativo sobre ruta 12.
“Esta falla no fue grave pero el clima estaba muy feo con muchas descargas eléctricas por lo que no se pudo finalizar la reparación hasta el otro día, jueves por la mañana temprano; así que a media mañana del jueves recién se pudo volver a bombear”, contó el gerente.
A pesar de las complicaciones de la semana, para el día viernes todos los sectores de la localidad ya contaban con el suministro del líquido vital de forma normal.





