Desde el fallecimiento de su pareja el sábado 8 de enero, Salete Rodríguez López no fue vista por sus vecinos y familiares en el paraje Santa Isabel, jurisdicción de Piñalito Norte. Preguntaron, llamaron, buscaron por varios medios y no tuvieron respuesta. Supieron de ella el viernes por la noche y en las condiciones que menos desearon: estaba muerta y semienterrada a veinte metros de su vivienda.
La brasileña de 54 años fue encontrada entre la vegetación a unos quince kilómetros de la comisaría más cercana, la de Piñalito Norte, el cadáver estaba en avanzado estado de descomposición por lo que resultará mucho más determinante aún para la causa del deceso, el informe de la autopsia solicitada el juez de Instrucción 1 de Eldorado, Roberto Horacio Saldaña.
Entre las primeras sospechas de su muerte, fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN señalaron que se investiga a un hijo de José Antúnez de 75 años, también brasileño, que falleció 23 días antes y era el concubino de Salete.
Según los datos recogidos por los pesquisas de la Unidad Regional XII de Bernardo de Irigoyen y V de Puerto Iguazú, desde el deceso de Antúnez, su hijo de 37 años se habría manifestado inquieto y apurado por vender todas las pertenencias, sin importarle aparentemente, que a la pareja de su padre le correspondían los pocos elementos y propiedades.
Según coincidieron los vecinos de Salete, hace poco más de un año el hijo de su pareja vino de Brasil a vivir con ellos y trabajar en las labores rurales.
Pero desde el viernes por la noche se convirtió en prófugo de la Justicia, ya que el juez instructor de turno ordenó su detención inmediata. Lo incriminarían a la muerte de Salete Rodríguez, que desde el fallecimiento de Jesús Antúnez sólo se preocupó, y con llamativo apuro, por vender las cuatro hectáreas de chacra que poseía la pareja. Ya había logrado comercializar una casa de madera y chapas de zinc del mismo predio y se lo notaba nervioso.
Según las mismas fuentes, el miércoles pasado (29 de enero) fue visto por última vez por un vecino del paraje. Y desde ese momento, ya no se supo más nada de Salete, su casa estaba vacía y ningún rastro de la brasileña.
El viernes por la noche, el hallazgo fue macabro, el cuerpo de Rodríguez López fue observado y reconocido por un familiar. Se espera que hoy, los forenses de la Morgue Judicial de Posadas, aclaren de qué manera perdió la vida.