El lunes 11 de noviembre, Tatiana subió a la pasarela de “Cataratas Day” con la certeza de que esa noche la coronarían Embajadora del Diseño Misionero . “Lo sentí, fue una sensación de seguridad, de que podía ser la ganadora”.
En ese mismo escenario, otros ocho diseñadores de la tierra colorada, seleccionados a través de la Ruta del Diseño Misionero, esperaban el mismo resultado.
Hasta que, finalmente, el jurado compuesto por: Ariel Paulusek, Carla Bría, María Eugenia Amarilla Lutz (embajadora 2018), Verónica de la Canal y Susana Schiliró Clur (directora de MKT y creadora de Fashion and Travel) emitió el resultado. Y ahí sí, el nombre de Tatiana Carballo se escuchó resonar en aquella imponente pasarela que conjuga el talento de los diseñadores Misioneros con una de las Siete Maravillas Naturales del Mundo.
Para mí es un privilegio haber sido elegida como la diseñadora que representará a Misiones, mi provincia que tanto amo”.
Ella, con 28 años, conquistó al público con sus diseños inspirados en los yacimientos de las piedras semipreciosas de Wanda.
Para hacerlo, eligió la piedra amatista porque “me permitió desarrollar una moldería experimental, jugando con la asimetría y las punta de la piedras. Traté de conectar todo y reflejar lo asimétrico las puntas y la transparencia”, detalla la diseñadora quien para lograr esa transparencia intervino el tejido con un calado a láser, el cual le dio el efecto trasparente que necesitaba: “elegí la paleta del violeta respetando el color de la piedra”.
Nació y creció en Oberá, y desde pequeña soñaba con ser Diseñadora de Indumentaria.
Imaginen, tenía cinco o seis años, su mamá le regalaba muñecas que terminaban siendo las modelos que desfilaban sus creaciones. “Porque apenas me las daba, tomaba sus ropas y las transformaba. Creaba una nueva, es algo que disfrutaba y que disfruto: el proceso creativo”.
En la adolescencia diseñaba la ropa que vestía para ir al colegio; trajes originales que llamaban la atención de sus compañeros. Su personalidad, extravagante y auténtica, resaltaba en cada diseño. Y así creció, con estilo propio, con un sello peculiar.
Con 18 años, se mudó a Posadas y comenzó la carrera de Diseño de Indumentaria. Su objetivo era montar su propia empresa: “yo estaba consciente que no sería un camino fácil pero como dice Napoleón Hill: ‘la fuerza y el crecimiento vienen sólo a través del esfuerzo y la lucha continua’. Y yo estaba dispuesta a luchar por mis sueños”.
Cuando terminó los estudios presentó un proyecto “con el fin de obtener un pequeño préstamo y así comenzar mi emprendimiento. Finalmente me asocié con mi amiga y colega, con quien creamos una marca de uniformes”.
Un año después, “nos separamos, para que cada una siga con sus sueños”. Y en ese proceso, nació su marca: Oveipo, que significa “sueño” en griego.
Es una marca especializada en vestuario femenino “tiene como público objetivo las mujeres de espíritu jovial, sin importar la edad o la clase social, pero que están interesadas en una ropa semántica, que comunique su visión del mundo y la identidad a la que pertenecen. Está hecha para mujeres que comprenden la importancia de la apariencia”.
Actualmente, consagrada como una de las mejores diseñadoras de nuestra provincia, Tatiana se encuentra centrada en “lograr una visibilidad internacional para mi marca, tanto comercialmente como académicamente. Mi sueño es caminar por las calles y encontrarme con personas usando mi ropa”.
Un camino de agradecimiento
Durante la entrevista con Revista SextoSentido, la diseñadora nos contó que al emprender “tuve que enfrentarme a todo tipo de miedos. Y en cada etapa aparece otro nuevo o variantes de los anteriores. Pero mi mayor miedo fue el fracaso, de no poder ganarme la vida con lo que de verdad me gusta hacer: me apasiona el diseño”. Con respecto a sus creaciones, nos explicó que toma “referencias de personas actuales, movimientos y espacios”. Para ella cada proyecto tiene una inspiración diferente y cuenta una historia distinta.
Hoy, repleta de logros, sólo tiene palabras de agradecimientos: “a mucha gente, a mis hermanos, amigos, a los que me acompañaron y me siguen acompañando. Pero, sobretodo a mamá que fue mi inspiración desde siempre, me enseñó a ser constante, me hizo fuerte, y fue quien me acompañó hasta donde pudo”.
Por
Susana Breska Sisterna
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Producción fotográfica: Miguel Colman
Modelos: María José Fernández, Luciana Seidel, Aymara Ritter y Astrin Silva.
Agencia: MH de Mónica Hein
Maquillaje: @regina_misiones #makeupprofessional
Peinado: @jan_cc22 #hairstyle