
La tercera edición del Matear 2019, que se realiza en el predio de La Rural, en Buenos Aires, concentra a emprendedores y empresarios de todo el país que buscan dan a conocer sus productos y posicionarse en el mercado. En esta ocasión, se destaca que muchos jóvenes apuestan a la yerba mate como una salida laboral; ya que consideran que es un campo en pleno crecimiento, debido a que hay nuevas tendencias y a que la gente busca otras opciones para compartir un mate.
Uno de los emprendedores que charló con PRIMERA EDICIÓN fue Carlos Szust, director general de “Yemarí”, que hace dos años está en el mercado. “Es una marca joven y diferente. La idea es entrar en el mercado grande”, expuso y detalló que “la yerba sale exclusivamente de nuestra chacra y tiene un estacionamiento de dos años; eso hace que la yerba sea antiácida. Además no tiene agregado químico y la diferencia es que no tiene polvo”.
En lo que respecta a las expectativas y los nuevos horizontes, Szust afirmó que “la idea es entrar, poco a poco, en las dietéticas y los lugares de ‘delicatesen’, ya que es un producto premium y se diferencia de las industrializadas”.
Contó que “empezó como proyecto familiar. Fue así que empezamos a estacionar y vender a los amigos y resultó ser un producto muy bueno”. En lo que refiere al público, consideró que “el público joven se vuelca mucho a las marcas alternativas, eso es un boom. La gente busca algo nuevo, diferente y que evolucione”.
Otro caso es el de la yerba mate “Porongo” de Buenos Aires. El promotor de la firma, Matías Pereyra, comentó a este Diario que “es un producto que se caracteriza por ser orgánica”. Agregó que “se distingue en el proceso de cultivo y cosecha, porque no tiene contacto con insecticida ni agroquímico. Además, el secado es a fuego indirecto”.
Pereyra relató que la marca se lanzó al mercado hace cuatro meses “con la idea de promover los artículos orgánicos que no tenían buena publicidad. La idea es expandirnos a otras localidades y provincias de todo el país”.
Hasta La Rural también llegó “Mathienzo”, también de Buenos Aires. El director del emprendimiento, Nicolás Tiferes, relató que “es una yerba moderna que está dirigida a un público con ganas de conseguir un producto de excelencia en cuanto a la calidad“.
Afirmó que “el mercado está creciendo tanto en Estados Unidos como en Europa”. Adicionó que “nuestro equipo es joven” y la apuesta es “a un sector productivo que está creciendo año a año”.
Con hierbas

Asimismo, otra opción para los amantes del mate son las yerbas compuestas, que vienen ganando terreno en el mercado.
En conversación con este Diario, Rocío Cáceres detalló el origen de yerba Rosée nació con “la idea de mezclar yerba mate tradicional con otros productos, dando un sabor diferente a la mateada de todos los días”. Explicó que “se puede tomar de manera tradicional o haciendo té; es decir una infusión para tomar en tazas”. Destacó que cada vez más personas eligen hacer un mate con yerba compuesta.
En cuanto al producto que ofrecen, Cáceres subrayó que “se caracteriza por el tamaño de la hoja que, está en un término medio, entre común y canchada. Eso hace que la mateada sea más suave, ya que el objetivo es disfrutar y sentir el sabor de la yerba mate”.
Otra yerba compuesta es “Tyga”, mezclada con moringa. Alicia Sirino indicó que “la idea es que, mientras tomás un mate, mejoras tu salud”, porque la moringa es considerada como un alimento natural y saludable”.
Sirino contó también que “la yerba compuesta se generó hace poco para sostener nuestra escuela porque enseñamos de forma gratis y con la venta de la yerba sostenemos la gratuidad”.
Por su parte, el representante de la yerba compuesta “Verde Flor” de Córdoba, Agustín Cordero, sostuvo que “usamos una yerba natural sin agregados químicos”. La empresa tiene más de 35 años, pero tras el fallecimiento de su padre, Agustín y su hermano decidieron hacerse cargo de la firma. “Todo arrancó con mi papá hace 35 años, pero ahora nos hacemos cargo con mi hermano. Por ahora tratamos de seguir con lo que él quería y no vamos a innovar tan golpe”, aseguró Agustín.
Los empresarios cuentan con un secadero en Misiones y exportan su producto, además de comercializarlo en el NEA y la Zona Centro.
Respecto al producto, Cordero expuso que “es una yerba que se compone del 60 por ciento de yerba y el 40 por ciento restante de poleo e hierba aromática”.





