El juez Correccional y Menores 2 de esta capital, César Raúl Jiménez, fue puesto en funciones hace pocos días como único integrante del interior del país en integrar el foro denominado como de “Justicia franciscana”, nueva corriente o concepto que impulsa la aplicación normativa con un carácter más social y que tiene como cabeza de referencia al papa Francisco.
Jueces y otros referentes del Derecho participaron del lanzamiento del capítulo argentino del Comité Panamericano de Jueces por los Derechos Sociales y la Doctrina Franciscana, una iniciativa creada por el Vaticano en junio de este año con un congreso en el Vaticano, en el que participó Jiménez, especialmente invitado.
El pasado miércoles 11 de septiembre en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA) se presentó el capítulo argentino de esta flamante corriente de magistrados.
Los jueces presenciaron la oficialización de la “Justicia franciscana en la Argentina” ante la mirada del arzobispo Marcelo Sánchez Sorondo, canciller de la Pontificia Academia de las Ciencias, el juez Carlos Balbín (exprocurador del Tesoro de la Nación) asumió como flamante coordinador del capítulo argentino, y el juez porteño Roberto Gallardo fue nombrado presidente del Comité Panamericano de la iniciativa impulsada por el sumo pontífice.
Según los relatos de medios de comunicación nacional, Gallardo abrió su intervención con la lectura de un correo electrónico que le había enviado Jorge Bergoglio.
La iniciativa de la Justicia franciscana hace especial hincapié en los conceptos escritos por el Papa en la encíclica “Laudato si”, que focaliza sobre los derechos sociales y el respeto por los recursos naturales.
El juez Gallardo parafraseó a Jorge Luis Borges, sobre los amores y los espantos. “Hay cosas muy básicas en las que tenemos que coincidir; el resto sólo sirve para separarnos: amar al pueblo, respetar a la naturaleza y amar a la tierra”.
Pero también citó al obispo Enrique Angelelli (asesinado por la dictadura militar en agosto de 1976 en La Rioja) al reclamar que los jueces tengan “un oído en el pueblo y otro en la Constitución”.
“Francisco nos convocó para que repensemos el derecho. No tenemos que confundir un papel, un expediente, de la persona que está detrás”, remarcó Gallardo, según cronicó el matutino La Nación.
Paso previo
Con el impulso del papa Francisco, en junio pasado se realizó en el Vaticano una cumbre panamericana de jueces, a la que asistieron decenas de magistrados de distintos países de la región.
Entre los argentinos sobresalió la presencia del exministro de la Corte Suprema de Justicia Eugenio Zaffaroni, quien encabezó la delegación local, pero también estuvieron la presidenta del Tribunal Superior de Justicia de la ciudad de Buenos Aires, Inés Weinberg de Roca, y la jueza porteña Elena Liberatore, junto con colegas de
Estados Unidos, Brasil, México, Colombia y Paraguay.
El juez misionero, integró esta comitiva, que se designa por invitación directa del papa Francisco. “No hay democracia con hambre, no hay desarrollo con pobreza, no hay justicia en la desigualdad”, había dicho
Francisco durante ese encuentro, palabras que resumen los lineamientos fundacionales de esa nueva iniciativa, tal como publicó PRIMERA EDICIÓN oportunamente.
El capítulo argentino tendrá una de sus jornadas de debate en Misiones para la segunda quincena de marzo de 2020.
Reuniones que contarían con el apoyo de las nuevas autoridades electas del Poder Ejecutivo Provincial, según confirmaron a este medio fuentes de la organización, que además adelantaron se realizarán en Puerto Iguazú.
Los puntales de este encuentro serán el tratamiento y preocupación por el deterioro del sistema normativo, su aplicación y sus problemas por ajustarse a los convenios de Derechos Humanos. El otro punto de debate es la crisis económica y las repercusiones ecológicas.
No es partidaria
En el cierre del encuentro en la UBA, el juez Carlos Balbín aclaró que esta convocatoria no tiene connotaciones políticas dentro de la Justicia.
“No convocamos a los jueces por su ideología, sino para que contribuyan a un país más igualitario”, dijo, tras lo cual hizo foco “en la necesidad y premura de una Justicia más social”.
“No es posible construir derechos sociales sin pensar en los derechos económicos, porque lo que estamos discutiendo es si las reglas las pone el Estado o las impone el mercado”, señaló.
El arzobispo Sánchez Sorondo aclaró que esta será la primera escala de una iniciativa que tiene como objetivo expandirse en el país y en la región.
Habrá reuniones en noviembre y en diciembre en Brasil y Perú, respectivamente, para inaugurar los capítulos de esos países.