De un tiempo a esta parte, la muerte viaja en dos ruedas en la provincia: más de la mitad de los fallecidos en siniestros viales en lo que va del año viajaban en moto.
Ante estas dramáticas estadísticas, la FM 89.3 Santa María de las Misiones entrevistó recientemente a Alejandro Melgarejo, presidente de la Asociación de Motociclistas Misioneros, quien advirtió que “en general se demoniza a los motociclistas”, pero reconoció que “hay muchos que realmente no saben manejar este vehículo, no saben ubicarse en la vía pública y no hacen el mantenimiento correcto de la moto, y eso hace que muchos los vean con malos ojos”.
“Hay que modificar los hábitos de todos, porque a veces se demoniza al motociclista, pero el tránsito es una problemática general. Si bien el motociclista es el que está más involucrado en siniestros viales y el que siempre se lleva la peor parte (porque en las estadísticas es el que más fallece), en muchas ocasiones también han sido atropellados por otros vehículos, así que es un trabajo en conjunto, todos formamos parte del tránsito diario: como peatón, como conductor, como acompañante… Entonces, tenemos que entender que es un problema de todos”.
En ese sentido, Melgarejo trazó una distinción entre el usuario de motocicleta y el motociclista. El primero de ellos -definió- “es el que más creció en los últimos tiempos por cuestiones económicas (en referencia a la facilidad para adquirirla y el menor costo de mantenimiento), pero no tiene las consideraciones del uso de este vehículo como sí las tiene un motociclista, que usa las protecciones correctas, que cuida la máquina correctamente, que trata de llegar a una convivencia vial”.
También criticó la facilidad con la que “cualquiera” puede conducir una moto, aun sin saber manejar: “En toda la provincia, conseguís una licencia para conducir motos como papas fritas, sale como si nada y realmente nadie te enseña a conducir un vehículo que no es una bicicleta, no es un juguete y tampoco es un automóvil, tiene otras perspectivas, otra distancia de manejo, adquiere velocidades importantes y sin necesidad de ir a gran velocidad te podés lastimar gravemente, pero no te enseñan a usar las protecciones necesarias. Hoy todavía seguimos debatiendo si el uso del casco es correcto o no, cuando en el resto del mundo ya es un tema superado y lo que se debate es cuál es el mejor casco para que te salve la vida”, disparó ante los micrófonos de la radio de PRIMERA EDICIÓN.
Sin casco ni mantenimiento
Consultado acerca de los errores habituales que uno puede ver en los usuarios de motos, el referente “motoquero” mencionó “principalmente” que “usan un casco que no les va a salvar la vida: es un casco que por lo general se lo dan al momento de la compra del vehículo como un ‘gancho’ de venta; otros van a un mercado paraguayo y lo adquieren ahí porque les hace juego con las zapatillas o con el color de la motocicleta o con la campera, porque muchos por lo general no saben qué tipo de casco hay que usar. El casco que te va a salvar la vida, y está totalmente comprobado en todo el mundo, es un casco homologado internacionalmente, que no sale tan caro: arranca en los 3.500 pesos y lo podés comprar en cuotas, on line o en las concesionarias de acá, que tienen muy buenos artículos diseñados para motociclistas, pero esa información cuesta mucho transferirla al usuario de motocicletas”.
“Además, el casco es como una zapatilla: cada uno tiene una medida, mi cabeza no es igual a la tuya o a la de mi acompañante, por eso prestarse el casco no tiene sentido, porque tiene que tener una medida específica para cada uno”, advirtió.
Otra falencia que suele detectarse entre los usuarios de motos es “el mal mantenimiento del vehículo. Es esencial que funcionen perfectamente las luces, las cubiertas, los frenos, las transmisiones… Si alguno de esos elementos falla en una motocicleta, no tenés chance, lo más seguro es que te vayas al piso. Y a medida que la moto es más económica, trae materiales de menor durabilidad y tenés que realizar un mantenimiento más exhaustivo, y eso no sucede: ves que transitan motos destartaladas. El usuario no está entendiendo la vulnerabilidad que tiene sobre este vehículo”, sentenció Alejandro Melgarejo.