Dentro de las nuevas tendencias para fortalecer el aprendizaje de algunas áreas, aplicar lo cotidiano se presentó como una alternativa favorable en el campo de las matemáticas. Dentro de las experiencias situadas, realizadas en escuelas rurales y en zonas de frontera de la provincia, buscan que los niños incorporen saberes con los que ya están en contacto, como lo es uso del cambio en las monedas y entender el proceso de facturación de las boletas.
Las experiencias en Misiones
Como parte del equipo de Formación Situada del Ministerio de Educación y a cargo de la zona de Cainguás, Mónica Lima contó su experiencia a PRIMERA EDICIÓN: “Como directora de escuela rural de Campo Grande y capacitadora del Aprender Matemática, en los encuentros con los directores de las escuelas seleccionadas para ingresar en este año al programa, surge de parte de los colegas la importancia del uso de las monedas en el aula. Cuando planteamos el tema de las estadísticas, sobre todo en las escuelas mbya guaraní, los docentes manifestaban que al incorporar las monedas era mucho más fácil para comprender la matemática”.
Entre las tantas experiencias relatadas en los encuentros entre los profesores, detalló que “los docentes comentaban que algunas localidades trabajan con las boletas de luz para armar una estadística con el nivel del consumo y el gasto que representa”.
Asimismo, aclaró que “la zona de Cainguás está conformada por escuelas de Dos de Mayo, Aristóbulo del Valle y Campo Grande. En Aristóbulo, hubo una labor con dos escuelas interculturales bilingues. En Dos de Mayo, tenemos instituciones que están a 40 kilómetros de la ruta 14, con docentes que están contentos por las acciones en formación que apuntan al uso de la matemática en lo cotidiano, con el objetivo de poner en valor el recurso didáctico y el saber que traen de la casa”.
Respecto al contexto de estos estudiantes, la docente señaló que “tenemos diferentes realidades porque dentro del equipo docente tenemos escuelas urbanas, periféricas, rurales e interculturales bilingues. Los chicos utilizan mucho los juegos, incluso a una mamá le pasó que un niño hizo una compra con una tarjeta en dólares. En eso nos dimos cuenta que los chicos no sólo están al tanto de los valores de uso frecuente sino otras conversiones de moneda extranjera. En la zona de El Soberbio es de uso frecuente la moneda brasilera, así que se traen al aula esas experiencias que el niño sabe con la posibilidad de aplicarse a otros acciones de la vida corriente. Ellos conocen la conversión y eso está muy relacionado con el contexto del niño”.
Nuevos paradigmas
En cuanto a los cambios en la educación misionera, Lima comentó que “antes generalmente el docente traía un tema que se desarrollaba a partir de la decisión del maestro en función del tema seleccionado. Ahora la idea es revertirlo y está relacionado con las nuevas ideas como el aula invertida para escolarizar lo que se utiliza en lo cotidiano. Hasta el momento las experiencias que nos envían los colegas son muy positivas porque estamos hablando de poner en valor aquello que el niño ya conoce como un disparador para el desarrollo del pensamiento crítico. En este sentido, de a poco se va cambiando la manera de enseñar, porque los niños hoy aprenden de una manera diferente”.
Experiencias situadas
Por su parte, la encargada del Programa de Formación Situada del Consejo General de Educación, Cielo Linares, explicó que a nivel provincial “más allá de las ofertas académicas de formación continua, otra de las formas de exponer al docente en situación de equipo de trabajo es a través de la realidad concreta de la escuela. Son experiencias en lo cotidiano, con sus estudiantes y sus otros colegas. En función de esta situación, se generan condiciones para que el docente pueda reflexionar sobre lo hecho y aprender algo distinto a través de un formador que llega con una propuesta. A partir de eso, reorganizan y arman una nueva alternativa de trabajo en las aulas. Las distintas líneas de formación situada, ya sean jornadas institucionales, escuelas faro, plan aprender matemáticas, tienen esta impronta. Este formato toma en cuenta la necesidad de la institución pero siempre hay otro formador que tiene ideas distintas y que se resignifican con las necesidades de la escuela.
Aprender a enseñar
Cielo Linares aseguró que “un contenido puede ser reorganizado con la realidad de la escuela, lo cual apunta al desarrollo profesional docente. En esto, lo importante es que el trabajo esté enfocado en los estudiantes”.