“Los grupos terroristas continúan tramando posibles ataques en Sri Lanka. Los terroristas podrían atacar con poca o ninguna advertencia áreas públicas”, alertó hoy el Departamento de Estado a través de la sede diplomática norteamericana en el país insular.
La embajada norteamericana señala como posibles objetivos de estos ataques espacios turísticos, centros de transporte, mercados, centros comerciales, instalaciones del gobierno, hoteles, clubes, restaurantes, lugares de culto, parques, eventos deportivos y culturales importantes, instituciones educativas, y aeropuertos, citaron las agencias EFE y Europa Press.
Sri Lanka vivió uno de los peores atentados de su historia ayer cuando se produjeron seis explosiones de forma simultánea en tres hoteles de lujo en Colombo y también en una iglesia de la capital, otra en Katana, en el oeste del país, y la tercera en la oriental ciudad de Batticaloa.
Horas después, una séptima detonación sucedió en un pequeño hotel situado a unos cien metros del zoo de Dehiwala, a una decena de kilómetros al sur de la capital, y la última en un complejo residencial en Dematagoda, también en Colombo.
Ningún grupo ha reclamado la responsabilidad de estos ataques, que coincidieron con las celebraciones del Domingo de Resurrección de la comunidad cristiana.
Al menos 32 extranjeros, incluidos varios estadounidenses, se encuentran entre los fallecidos y treinta más están hospitalizados.
En Sri Lanka la población cristiana representa el 7,4%, mientras que los budistas son el 70,2%, los hinduistas el 12,6% y los musulmanes el 9,7%, según datos del censo de 2011.
Sin embargo, atentados de esta magnitud no habían ocurrido en Sri Lanka desde la guerra civil entre la guerrilla tamil y el gobierno, un conflicto que duró 26 años y finalizó en 2009, y que dejó, según datos de la ONU, más de 40.000 civiles muertos.
Fuente: Agencia de Noticias Télam